Juan Francisco Martínez Modesto (Vera, 10 de junio de 1980), Nino, es el último gran ídolo que recuerda la hinchada tinerfeñista. Más allá del fugaz paso de Ayoze Pérez por el primer equipo, el delantero almeriense jugó cuatro temporadas con la camiseta blanquiazul y sus números lo dicen todo 163 partidos (159 como titular) y 79 goles. Este sábado se enfrentará al equipo en el que pasó los mejores años de su carrera.

¿Cómo se encuentra?

Después de pasar un año muy malo he vuelto a a recuperar las sensaciones y estoy muy contento.

Una temporada para olvidar la anterior.

La verdad es que fue un año negro, tanto por la lesión como por el descenso a Segunda que vivimos. Pero ahora tenemos ilusiones renovadas y, en lo personal, me siento futbolista otra vez.

Ha dicho Maikel Mesa que está usted espectacular. Que no parece que tenga 34 años.

Maikel exageró un poquito, pero me siento muy contento. No me estoy arrastrando. La rodilla está muy bien y considero que estoy aportando mi granito de arena.

Su granito de arena son goles.

A nivel de goles va bien. Estoy contento y preparado para seguir ayudando al equipo, que necesita ya una victoria.

Osasuna está en una situación difícil en el apartado económico. De hecho, no ha podido reforzarse como querría.

Se nos están juntando muchas cosas que no son positivas. Tenemos solo 18 fichas, dos de ellos lesionados (Loties y Oier). Además, tenemos cinco internacionales. Como recién descendidos tenemos la exigencia de estar arriba. Pero nosotros somos profesionales y sabemos que tenemos que sobreponerlos, ir partido a partido y el más próximo es el del Tenerife. Queremos cortar la racha negativa aquí en casa.

¿Entiende la afición que tengan ocho puntos y no estén arriba en la clasificación?

Hay de todo. Está claro que a todos nos gusta estar arriba. La gente sabe lo que hay, pero tenemos que dar más de nosotros para tener nuestras oportunidades y ser regulares. La Segunda es muy larga y tenemos que ir poco a poco.

Viene un partido especial.

Para mí es especial porque cumplí cuatro años allí. En la Isla dejé amigos en el club y fuera del club, además de una afición increíble. Viví cosas malas y cosas buenas, pero recuerdo sobre todo estas últimas.

¿Qué recuerdos tiene?

Me he sentido muy a gusto allí y muy valorado. Fueron de mis mejores años a nivel deportivo y goleador. Sé que la gente se alegra cuando me salen las cosas bien y eso me pone contento.

¿Por qué se quedó en Pamplona?

Mi mujer y los niños mandan ahora más que yo. Aquí en Pamplona nos sentimos cómodos, a pesar de que la temporada pasada fue muy mala. Tuve bastantes opciones en verano, pero decidimos seguir aquí.

¿Le queda gente conocida en el Tenerife?

Me quedan Ricardo, Suso y Cristo Martín, además de el doctor, los fisios, utilleros, Víctor Padrón...

¿Qué le parece el equipo?

Empezó que le costaba buscar esos resultados. Contra Las Palmas ganó y ganó bien. Pensé que iba a arrancar, pero otra vez le ha costado ganar. Aún así, seguro que va a poner las cosas complicadas. Estamos los dos con problemas.

Pues el sábado se la juegan tanto Osasuna como Tenerife.

Pienso lo mismo. Es un partido muy importante para los dos. El que pierda se va a meter en una situación complicada.

¿Sabe que el rival viaja con el entrenador muy discutido?

He vivido semanas intensas allí de mucho debate, muchas críticas y conozco la Isla. Desde la distancia no puedo opinar mucho de Álvaro Cervera.

Usted vivió un año así.

Tenemos la experiencia del año del descenso a Segunda B. Pasaron cinco entrenadores y, desgraciadamente, fue más de lo mismo. Es verdad que hay que buscar soluciones. Pero los jugadores tienen que estar con el entrenador para remar todos juntos.