La jueza Thokozile Masipa dictó hoy una sentencia contra el atleta Oscar Pistorius que parece pedir disculpas a la sociedad sudafricana por no poder ser más severa y que justifica la pena de cinco años de prisión en la jurisprudencia de casos similares que se saldaron con condenas inferiores.

Los mensajes incluidos en el fallo, algo poco habitual en otros sistemas legales, se dirigen a una ciudadanía que la magistrada anticipaba descontenta por la pena que ha ponderado para este delito de homicidio, que puede ser castigado hasta con quince años de prisión.

"Una sentencia sin custodia -tal y como pedía la defensa- enviaría un mensaje erróneo, pero una sentencia larga no sería apropiada", argumenta la jueza, quien recuerda que los tribunales no están "para ganar concursos de popularidad, sino para dictar justicia".

Masipa dictó hace un mes un veredicto de culpabilidad por homicidio, descartando la acusación de asesinato y creyendo la versión del acusado.

Desde aquella resolución, la realidad judicial de los hechos se resume así: el 14 de febrero de 2013, Pistorius creyó que había un intruso encerrado en su cuarto de baño y, en lugar de pedir auxilio o llamar a la Policía, optó por coger su pistola, acercarse hasta la puerta y disparar cuatro veces.

Sabía que había alguien tras la puerta de aquel "minúsculo" cuarto de baño, pero desconocía que era su novia. Disparó a propósito, actuando con "un alto grado de negligencia", pero sin intención de matar, remarca la jueza.

Reputados penalistas sudafricanos criticaron el veredicto sobre unos hechos, que, en su opinión, reúnen todas las características de un asesinato.

"Creo que la jueza cometió un error legal, porque Pistorius sí podía prever la muerte de la persona que había detrás de la puerta", aunque no supiera de quién se trataba, declaró entonces el abogado penalista Martin Hood, con más de 20 años de experiencia en la profesión.

Auspiciada por estas críticas y prevenida por una sociedad que quedó fuertemente conmocionada con el suceso, Masipa se explaya en sus mensajes.

"No podemos aplicar el ojo por ojo, porque el resarcimiento no es lo mismo que una venganza", "Nada de lo yo que diga o haga puede cambiar lo que ocurrió el 14 de febrero de 2013".

Para llegar a la pena de cinco años de prisión, la jueza ha comparado estos hechos con otros dos sucesos, en su opinión, similares.

El más conocido es el "caso Warren" (2009), en el que un hombre fue declarado culpable de homicidio por matar a un niño de 12 años que había entrado en su casa creyendo que se trataba de un intruso y fue condenado a tres años de arresto domiciliario.

"En este caso hubo un disparo, no cuatro", y además fue de advertencia, no con la intención de matar, subrayó la jueza para reforzar su decisión respecto a Pistorius.

En el otro caso de comparación, otro hombre fue condenado a ocho años de pena suspendida por matar a su esposa de un disparo a través de la puerta creyendo, una vez más, que se trataba de un intruso.

En el momento del disparo, la víctima estaba abriendo la puerta, al contrario de lo que sucedió en la casa del velocista, donde la puerta estaba cerrada, lo que le situaba en una posición ventajosa, porque "sabía que no podía escapar de aquel cubículo".

Suspender la condena de Pistorius como en estos dos casos "no sería apropiado", cree la jueza "porque la sociedad necesita una respuesta", pero tampoco aplicar una condena mayor como la que pedía el fiscal, porque fue una muerte accidental por la que el acusado ha mostrado un gran arrepentimiento, a su juicio.

"La Constitución protege a todos, incluso a los que trasgreden la ley", concluye Masipa en una sentencia por la que ya se anuncian recursos.