Las últimas presencias de Hugo Álvarez Quintas (Vigo, 21-6-1985) en las alineaciones titulares del Tenerife han coincidido con los síntomas de mejora del equipo, en la visita al Osasuna y, sobre todo, el reciente partido con el filial del Barcelona. El defensa no presume de su aportación. "No vine aquí a demostrar nada, sino a sumar".

¿Cómo se quedó después de la victoria ante el Barcelona B?

Cuando juegas y llegas a casa por la noche, la tensión no te deja descansar de la misma manera.

¿Fue más acusada esa sensación?

Me pasa siempre. Entre que te tomas un café, tienes la excitación de competir, te sube la adrenalina... Al final, te cuesta conciliar el sueño.

Lo llevará mejor cuando gana...

Si pierdes y no puedes dormir, es peor. Pero si ganas y te cuesta descansar, pones una serie y ya está.

Ya era hora...

Sí, claro. Cuando un equipo gana tiene un respiro. De todas formas, ya habíamos realizado un buen partido en Pamplona, aunque no ganamos. Hay que seguir así.

¿Sabe mejor con la puerta a cero?

Para los centrales, los laterales y el portero, tener la portería a cero es un premio. En este caso, el mérito es mayor porque el Barcelona B tiene jugadores de mucha calidad en ataque y logramos minimizar sus llegadas. Fue gracias a los once.

¿Cómo se ve el gol de Suso desde el otro lado del campo?

Fue un golazo. Suele hacer esas jugadas y esos recortes en los entrenamientos. Espectacular.

¿Qué pensó cuando el árbitro señaló el final del partido?

Vas mirando el marcador y te das cuenta de que queda poco, y te pones a pensar en que vamos a ganar, en que las cosas se van a ir calmando, en el equipo va a entrar en la línea que todos queremos... Te acuerdas de muchas cosas.

¿Por ejemplo?

De todo. La verdad es que el de central es un puesto que te da para pensar en muchas cosas. Te puedes acordar de un familiar, de lo que hiciste el día anterior...

¿La victoria es un punto de partida? ¿Un antes y un después?

Es cuestión de refrendar el trabajo que hacemos. Cuando trabajas, te gusta que las cosas salgan bien. Aquí entrenamos cada día para preparar el partido del domingo, y si sale bien, todo es mejor y te encuentras más feliz.

Por tanto, ¿cuál es su mensaje?

Solo hay que ver la clasificación. Estamos un punto por encima de la zona de peligro y nos gustaría estar más arriba. Decir que hemos hecho algo sería una estupidez.

¿El entorno lo verá así?

La gente sabe que estamos compitiendo en una categoría muy pareja y muy larga, y querrá que el equipo vaya a más, pero hay que ir paso a paso. Hay que tener la cabeza fría y estar tranquilos.

¿Cómo lo ha llevado el grupo?

Está unido. Los grupos se miden cuando las cosas van mal. Ahí puedes evaluar mejor la cohesión de un conjunto humano como este.

¿Diez jornadas son suficientes para definir el camino de cada club?

Nuestra misión es ir mejorando cada domingo y volver a tener las sensaciones de estos dos últimos partidos. Desde el trabajo, creo que estamos en el camino.

¿Hacia dónde?

Hacia donde lleguemos: la mitad de la tabla, salvarnos del descenso, llegar arriba... No sé cuál es la meta del Tenerife, solo la de sumar cada partido y superarnos.

Viene de descender con el Jaén. ¿Ve al Tenerife sufriendo por no bajar o cree que da para más?

Es distinto. Allí no había tanta presión como aquí. Además, el equipo compitió muy bien durante toda la temporada. Lo que pasa es que en las últimas cuatro jornadas se echó por tierra todo el trabajo. Aquí hay mucha presión, mucho seguimiento social, mucho periodismo. Son sitios distintos.

Entonces, no será un mal año...

Espero que no. Por el bien de todos. Estar lidiando con el descenso es lo peor que puede haber.

¿Considera que el tramo de calendario del mes de noviembre terminará por aclarar las cosas?

Aquí vas al estadio del Zaragoza o al del Llagostera y es lo mismo. Todos van aprovechar tus puntos débiles. Creo que el tiempo nos pondrá a todos en nuestro sitio.

¿Sospecha que se atenuará el clima de tensión que se respiraba?

Espero que se calme todo. Esto es un trabajo, como los demás. Estamos más expuestos, pero en el partido con el Barcelona B ya se demostró que la afición está enchufada. Cuando la gente nos ve correr y volcarnos, está con nosotros.

¿Había convivido en un entorno similar al que hay aquí?

Presión hay en todos sitios. Aquí se vive mucho el fútbol. Hay un sentimiento fuerte y una afición importante, pero lo veo normal.

Ha pasado por muchos clubes. ¿Qué tiene el Tenerife de especial?

No lo descubro. Su historia es muy importante, incluso en Primera, y tiene un seguimiento y un sentimiento muy fuertes por parte de la afición. Eso hace que sea una plaza muy exigente.

¿Le gusta eso?

Sí. La indiferencia en esta vida es lo peor que puede haber. Es mejor que te critiquen o hablen de ti, que pasar desapercibido.

¿Lo tuvo en cuenta cuando recibió la oferta del Tenerife después del descenso del Murcia?

La de Murcia fue una situación complicada. Gracias a Dios tuve la opción de salir de allí y poder competir en Segunda A, que es lo que quería. Venir a un club como este fue una gran oportunidad.

¿Temió que iba a quedarse sin equipo cuando se produjo el descenso administrativo del Murcia?

Allí hubo mucha confusión. No sabíamos si íbamos a competir en Segunda A o en Segunda B. Hubo muchas subidas y bajadas y no sabías qué iba a ser de ti en una semana. De entrenar con el Murcia un viernes, pasé de estar con el Tenerife en solo tres días.

¿Es cierto que el Tenerife había intentado ficharlo mucho antes?

Confío en mi agente, que también es mi amigo. Cuando me llama es para decirme lo que hay. En el verano me fui de viaje con mi novia y estuve bastante desconectado.

Ha participado en cinco partidos, cuatro de Liga y uno de Copa. ¿Conforme con su rendimiento?

Vine a sumar y tener minutos, y entrar en el grupo es algo muy bueno para mí. Tengo 29 años y una trayectoria detrás, no vine a demostrar nada, sino a sumar.

Hablando de su trayectoria, ¿cómo pasó un chico de Vigo como usted a iniciar su carrera profesional en equipos de Madrid?

Me formé en el Areosa, de Vigo, y de ahí pasé al Real Madrid. Luego salí cedido con 17 años a Tercera. Cuando iba a terminar mi contrato en el Madrid, firmé en el Rayo, que tenía un proyecto muy importante. Luego estuve en Alcorcón y Leganés, y después salí de Madrid para jugar en otros clubes.

Un abogado en el equipo

Hugo cursó la carrera de Derecho durante el tiempo que pasó en Madrid y espera ejercer cuando deje de ser jugador profesional. El central gallego asegura que obtener el título universitario no le costó tanto como parece. "Para mí, el fútbol es una beca de estudios. Tenemos tanto tiempo libre, que el que diga que es imposible compaginarlo con los estudios, está mintiendo. Lo que pasa es que es muy cómodo ser futbolista y vivir bien. Si trabajas dos horas, dime qué tienes que hacer el resto del día", reflexiona Álvarez, que tiene claro hacia qué sector enfocará su vida laboral. "Ya hice mis pinitos en el mundo del Derecho. Estuve en un despacho de Jaén haciendo prácticas, y quiero ir por alguna rama. Me gusta el Derecho Deportivo, el Derecho Penal...".

Adaptado a Tenerife

"La Isla tiene un amplio repertorio de visitas y muchos sitios con encanto. Me ha sorprendido bastante. El clima y la calidad de vida, inmejorables".

Un asiduo visitante

En sus años como jugador de Segunda B en clubes madrileños, vivió de cerca la época en la que la presencia de equipos canarios en la categoría era algo normal. "Había ocho rivales canarios. Eran tiempos de bonanza. Veníamos cada dos domingos a las Islas". Por ejemplo, marcó en La Palmera.