El Liverpool se mostró hoy una vez más estéril en el ataque y sucumbió en su visita al Newcastle, que se llevó los tres puntos gracias a un gol del español Ayoze Pérez (1-0) en el tramo final del partido.

El joven de 21 años, llegado este verano del Tenerife, aprovechó un error en defensa de los "reds" para sentenciar un duelo que deja con 14 puntos tras 10 jornadas al Liverpool, que esta semana se medirá al Real Madrid en la Liga de Campeones.

Los espectadores de St James'' Park asistieron esta tarde a un primer tiempo equilibrado e intrascendente en el que prácticamente no tuvieron que intervenir los porteros.

Ninguno de los dos entrenadores, Brendan Rodgers y Alan Pardew, quería correr riesgos esta tarde, y el juego transcurrió durante 45 minutos con lentitud.

En un partido trabado, gran parte de las jugadas terminaban con pases largos e imprecisos hacia el campo contrario, hasta que el encuentro comenzó a calentarse al regreso del descanso.

Fue entonces cuando el Liverpool amagó con adueñarse del partido. El italiano Mario Balotelli, apagado hasta entonces, se descolgaba por las bandas y dejaba la posición de nueve a su compañero brasileño Philippe Coutinho, que protagonizó algunas ocasiones que no se llegaron a concretar.

La falta de acierto de los visitantes dio pie a que el Newcastle tomara las riendas del duelo a falta de veinte minutos para la conclusión, cuando los de Pardew supieron aprovechar un desliz en defensa para asestar un gol al que el Liverpool ya no supo reaccionar.

El francés Moussa Sissoko entró en el área por la izquierda y desorientó a la defensa del Liverpool apoyándose en el galés Paul Dummet con una rápida pared.

El pase final de Sissoko hacia el centro del área acabó en los pies del defensa español Alberto Moreno, que sin embargo no acertó a despejar el balón y le dejó en bandeja la oportunidad a su compatriota Pérez para que rematara a placer desde el área pequeña.

El joven tinerfeño protagonizó apenas dos minutos después un contragolpe que podría haber liquidado el partido.

En un contragolpe, Pérez trazó una pared con su compañero Rémy Cabella que habilitó al francés para encarar en solitario al portero belga Simon Mignolet.

Al atacante del Newcastle le faltó sin embargo velocidad en los últimos metros y, a punto de ser el alcanzado por el último defensor del Liverpool, disparó un balón blando desde dentro del área que el portero "red" pudo despejar con el pie.

Los de Pardew no necesitaron ampliar la distancia en el marcador para asegurarse los tres puntos ante un equipo que se mostró impotente en ataque durante todo el duelo.