“El domingo vamos a enfrentarnos a un Unicaja de Málaga que está jugando muy bien, a pesar del tropiezo en la última jornada liguera. Un equipo muy duro, al que el entrenador le exige muchísimo en defensa, que está siendo una de sus claves. Además, juegan en su cancha y seguro que endurecerán mucho el partido, como sucedió la temporada pasada, tratando de hacer un juego muy trabado, a pocos puntos. Será un encuentro con mucha exigencia física”, así definió el alero Saúl Blanco la confrontación que el Iberostar Tenerife asumirá en el Martín Carpena.

Considera que la escuadra que entrena Joan Plaza saldrá “muy motivado, a tope, para olvidar cuanto antes el inesperado revés sufrido ante el Joventut. Juegan en casa y el respaldo de su afición es importante para seguir arriba y no perder la estela del Real Madrid. Nadie puede decir que no es complicado jugar fuera de casa y más ganar. Nosotros lo vamos a intentar, como hicimos en Sevilla, Madrid y Santiago de Compostela”, puntualizó Saúl Blanco.

Se negó a aceptar esa típica y tópica frase de que no hay nada que perder, al tratarse de un rival de Euroliga y dijo: “Todas las victorias tienen el mismo valor e importante. Si queremos seguir haciendo las cosas bien debemos no fallar en los partidos claves y se conseguimos vencer a uno de los que están arriba es un plus que termina por darte el salto de calidad”.

Blanco tiene claro que el equipo ha hecho bien los deberes: “Teníamos marcados como partidos clave los de Sevilla, Estudiantes y Obradoiro, equipos de nuestra liga, si bien nuestra espinita es no haber conseguido un triunfo en los tres partidos de casa. 3-3 es un balance bueno, sobre todo cuando dos de esas derrotas fueron ante Madrid y Barça. Sumar en Málaga sería un gran paso para lograr los objetivos”, señaló.