Aitor Sanz, después de ser una seria duda para el partido de este domingo contra la UE Llagostera, al final no jugará. Un mal gesto en un giro durante el entrenamiento de ayer le obligó a retirarse ostensiblemente dolorido y acompañado del médico y el fisioterapeuta del Tenerife. La zona dañada, la rodilla izquierda.

Aunque está incluido en el parte médico y, por tanto, no habla con los medios de comunicación, el propio jugador descartó una lesión grave cuando abandonaba las instalaciones de El Mundialito. Lo hizo saliendo del vestuario por su propio pie y conduciendo su coche particular con normalidad. Con la zona algo inflamada, los servicios médicos del club le recomendaron reposo y tomaron hoy la decisión de que no juegue.

El Tenerife viaja esta misma noche (19:30 horas) hasta la Ciudad Condal, donde pernoctará.