El del Racing de Santander será un partido especial para tres componentes del CD Tenerife: el entrenador, Álvaro Cervera, y dos de sus pupilos, Vitolo y Quique Rivero. Todos ellos defendieron la camiseta del rival que visitará este domingo el Heliodoro Rodríguez López.

Cervera terminó su formación en Santander y debutó con el primer equipo en la temporada 84-85. Entre esa y las dos siguientes disputó 31 partidos antes de emigrar hacia Mallorca. Luego añadió otros 42 encuentros como racinguista en su segunda etapa, ya entre 1995 y 1997. Volvió allí como entrenador después del famoso episodio de la guagua en Huelva. Intentó evitar el último descenso a Segunda del Racing, pero la hemorragia ya era imparable. Fueron 13 jornadas de la campaña 11-12, en las que sumó tres puntos de 39 posibles.

Ese mismo curso se había estrenado con el primer equipo un prometedor centrocampista: Quique Rivero. Cervera le dio tres partidos durante su etapa. Luego jugó otros cuatro al año siguiente antes de cambiar de rumbo en su carrera y fichar por el Tenerife. El mediocentro, con una clase envidiada en su generación, fue de las pocas buenas noticias de la época. Pero el descenso cántabro a Segunda B le invitó a cambiar de aires.

El tercer blanquiazul con pasado en el Racing de Santander es Vitolo. Llegó allí fruto de una estrambótica operación que se cuantificó en 1,2 millones de euros. Además, llegaron a la Isla Cristian Álvarez, Bertin y Alberman. Solo el primero triunfó en el Tenerife y era el único cedido. Mientras, Vitolo se ganó el favor de la afición santanderina convirtiéndose en un fijo durante dos temporadas. Fueron 66 partidos entre la 05-06 y 06-07, justo antes de caer en desgracia y ser cedido al Celta de forma incomprensible.