El Unicaja recibe mañana al CSKA de Moscú, actual líder invicto del Grupo B de la Euroliga, uno de los equipos poderosos del continente y al que no gana como local desde 2008, en un partido en el que está en juego la posibilidad de acabar en la segunda posición, a la que también opta el Maccabi israelí.

El equipo malagueño lleva dos derrotas consecutivas en la competición europea, frente al Alba de Berlín y el Limoges francés, ambas con un marcador muy apretado, por lo que urge un triunfo para romper la racha negativa y para optar al segundo puesto en esta novena y penúltima jornada de la fase de grupos.

El Unicaja, tras medirse al CSKA, concluirá la fase el jueves siguiente ante el Maccabi en Tel Aviv, mientras que el conjunto israelí se enfrenta ahora al Cedevita en Zagreb, un rival croata ya sin nada en juego.

La solidez que transmite el Unicaja en la Liga Endesa, colíder con el Real Madrid con nueve triunfos en diez jornadas, la quiere trasladar a la Euroliga, donde ha perdido hasta estos momentos cuatro partidos, uno en casa ante el Maccabi y tres como visitante frente al CSKA, el Alba de Berlín y el Limoges.

La última vez que el CSKA visitó el Martín Carpena fue en el Top-16 de este torneo el 21 de marzo de 2013 con victoria rusa por 66-70, pero habría que remontarse al 27 de febrero de 2008 para que el Unicaja conociera el triunfo, por 72-67, también en el Top-16.

Ambos equipos se han enfrentado desde 1995 en Málaga en nueve ocasiones con seis victorias del CSKA por tres del Unicaja, por 81-70 en 1995; 77-72 en 2006; y el citado 72-67 en 2008.

El técnico del Unicaja, Joan Plaza, tiene las dudas para este partido gel escolta estadounidense Ryan Toolson, con gastroenteritis, aunque prevé que pueda alinearse, y la del base serbio Stefan Markovic, quien arrastra problemas físicos.