Al comienzo de la temporada, Suso Santana (2-3-1985) no dudó en vaticinar que el Tenerife iba a dar que hablar -y para bien- a lo largo del curso. No lo dijo por un impulso tinerfeñista. Había sido partícipe de la maduración del equipo entrenado por Cervera y, en ese momento, encontró motivos suficientes para pensar que el representativo iba a ser protagonista en la Liga. Pero no contó con los contratiempos extradeportivos y los resultados adversos en el arranque del curso, unos inconvenientes que terminaron por condicionar al grupo. A tres jornadas para el final de la primera vuelta y reforzado por la mejoría que mostró el Tenerife en el tramo de diciembre, el futbolista mantiene su propósito de competir por entrar en la promoción de ascenso.

¿Vendrá bien el descanso?

Esperemos que sí.

¿En lo personal?

Sí, claro. Se agradece, porque llevamos mucho tiempo con el gancho aquí (se lleva la mano al cuello) y un descanso viene bien.

¿Siempre pasó la Nochebuena en Tenerife o la profesión se lo impidió en alguna ocasión?

No. Durante mi etapa en Escocia (Heart) no pude viajar a Tenerife en estas fechas, porque allí no para la competición en Navidad. Recuerdo que una vez jugamos el día 23 y un año después nos tocó el 21 de diciembre. No pudimos disfrutar mucho aquellas fiestas.

¿Qué tal esas Navidades?

Las pasé en Escocia, pero en familia. Tuve la suerte de que me visitaron mis padres y de que en otro año fueron unos amigos a verme. Estuve muy tranquilo, en casa.

¿Esta es una Navidad especial para Suso por aquello de que ha crecido su familia?

Sí. Este año me toca tener juntos a mi hija y a mi hijo por primera vez, de manera que sí serán unas fiestas especiales para mí.

¿Cómo es una Nochebuena en la casa de la familia de Suso?

Como la de cualquiera, normal. Estamos en familia, comemos...

¿Se habla mucho de fútbol?

La verdad es que prefiero desconectar un poco, porque llevamos una temporada un poco complicada y soy partidario de no hablar mucho del trabajo, sino desligarme y volver con la cabeza limpia y con las pilas cargadas.

¿Es reservado cuando le sacan el tema del fútbol en privado?

Cuento solo lo que se puede contar, pero nunca me meto en lo que pasa dentro del vestuario.

¿Qué nota le pondría a 2014?

Le doy un bien. Es cierto que la pasada temporada mantuvimos la categoría, que era el principal objetivo, pero ahora nos está costando un poco más. Espero que 2015 sea un buen año para todos.

¿Su momento más feliz de 2014 lo vivió dentro del campo o quizás en un despacho?

En el césped.

¿Por algo en particular?

El partido contra Las Palmas en casa (2-1) fue muy especial para mí por todo lo que conlleva un derbi y por poderlo disfrutar de principio a fin. Fue lo que más me gustó.

¿Y el día en el que firmó la renovación de su contrato...?

También fue importante, porque ese día se cumplió el deseo que tenía. Siempre dije que mi primera opción era la del Tenerife y, al final, sentí que mi trabajo tenía su recompensa. Es lo que querría cualquier jugador de aquí, estar en el Tenerife y que te valoren.

¿Se ve acabando su carrera como jugador en este club?

Me quedan dos temporadas más de contrato y no voy a pensar más allá de eso, sino estar aquí, aprovechar al máximo cada minuto y darlo todo por un escudo que siempre quise defender.

¿Llegó a imaginar estar como ahora hace seis o siete años?

Es cierto que cuando salí de aquí (al final de la temporada 2006/2007) no lo hice de la mejor manera, pero también sabía que si seguía trabajando duro, me iba a llegar una segunda oportunidad. Y así fue. A partir de ahí, he intentado hacer las cosas buscando lo mejor para el equipo y por mi bien.

Consolidado en el equipo, capitán, querido por la afición, con dos temporadas más de contrato... ¿Es el escenario ideal para usted?

Sí, porque cuando decidí no renovar en Escocia (2012) y escuchar la oferta del Tenerife, el equipo estaba en Segunda B. Pero sabía que las cosas iban a cambiar. Al final hicimos un buen grupo y conseguimos el ascenso. Este club debe estar en la categoría en la que se encuentra ahora, como mínimo.

¿Qué valor le da a la influencia de Álvaro Cervera para poder sentirse realizado como jugador?

Es el único entrenador que ha sabido sacar lo mejor de mí. Además, me da muchos consejos. El míster ha sido una pieza importante en mi carrera deportiva.

¿Cómo calificaría su estado de forma? ¿Qué le falta?

Me encuentro bastante bien, pero espero que esta no sea mi mejor versión como futbolista. Me gustaría dar más y trabajo cada día para ser mejor y para intentar seguir creciendo como jugador.

¿A qué se refiere? ¿Cuál es su principal asignatura pendiente?

El gol (sonríe). Es cierto que en esa faceta se me apaga la luz, pero intento trabajar para poder marcar goles y estar mucho mejor.

En el comienzo de la temporada se mostró muy optimista con las posibilidades del Tenerife. ¿Están a tiempo de darle la razón?

Sí. Lo estamos. Queda toda la segunda vuelta y si encadenamos resultados positivos, podremos ir hacia arriba. Pero ahora mismo las palabras no sirven de mucho.

En el equipo coinciden en que el comienzo de la temporada fue muy complicado. ¿Les resultó difícil manejar esa situación?

Sí fue difícil de llevar, no hay por qué mentir en eso. Esta temporada nos ha costado más que la pasada y, de hecho, nos sigue costando. Pero confío en que a partir de ahora podamos salir de esta situación y estar más tranquilos para tirar hacia arriba, porque tenemos suficientes argumentos para estar mejor.

¿Diría que ya se ha normalizado todo dentro de la plantilla?

En el vestuario estamos al cien por cien con el míster. No hemos dudado nunca de su trabajo ni de su capacidad. Creo que los que tenemos que dar un paso adelante somos los jugadores. No veo que el míster sea el culpable de nada.

¿Tan necesario era derrotar al Sabadell antes de las vacaciones?

Muchísimo. Sumamos 22 puntos, que son bastantes si tenemos en cuenta cómo empezamos la primera vuelta. Además, enlazamos tres jornadas sin perder. Volveremos al trabajo con más tranquilidad después de este parón.

¿Le parece que las críticas se han ido apagando con los resultados?

Pero llevamos así desde la segunda jornada de Liga. Hay que convivir con ello. Sabemos que la única manera de cambiar este panorama es ganando, aunque aquí es difícil que sea así. Lo que tenemos que hacer es abstraernos y seguir, porque necesitamos ganar.

¿Le cuesta más aislarse del entorno por ser de aquí?

Siempre te llega algo de lo que se dice por ahí, porque mis amigos son de aquí y en cualquier lado al que vas te llegan comentarios.

¿En qué medida le afecta?

Reconozco que tengo mi carácter y mi pronto, pero intento controlarme y callar.

¿Qué tal su experiencia como primer capitán del Tenerife?

Lo mejor de todo es que representas al equipo en el que siempre soñaste jugar. Me ha costado mucho estar donde estoy y me siento muy orgulloso de pertenecer al Tenerife. Cada día lo doy todo por este club, pero no solo por ser uno de los capitanes, sino por lo que supone jugar en este equipo.

¿Lo peor es tener que dar la cara en momentos delicados?

No. No es para tanto.

Hace unos años habría sido...

Imposible. Pero la madurez te hace tomar decisiones y yo procuro acertar. Reconozco que me he equivocado más de una vez. No por ser el capitán siempre tienes razón. Por ejemplo, este año tuve un conflicto con Diego (Ifrán) y quedó ahí, no pasó a mayores.

¿Le queda otra espina clavada?

No. No me arrepiento de nada. No suelo hacerlo, porque cuando actúas, lo haces conscientemente.

¿Y lo de ser el portavoz del equipo cuando toca dirigirse a los árbitros durante un partido?

En ese aspecto sigo siendo el mismo, pero sí es verdad que me controlo más. Cuando volví al Tenerife, hace dos temporadas, era diferente y me sacaban muchas tarjetas por protestar y cosas así.

¿Qué propósitos tiene para el nuevo año?

Mejorar lo que hicimos en 2014.

Eso sería llegar al final de la Liga con opciones de ascenso. ¿Se ve logrando ese objetivo antes que finalice su contrato?

Prefiero vivirlo ahora, en 2015.

¿Esa es su meta?

Sí.

Habrá quien piense que es demasiado optimista...

Estamos más cerca de abajo que de arriba, pero en las cuatro próximas jornadas tendremos tres partidos en casa y creo que si los ganamos y sumamos algo fuera, estaremos mejor situados en la tabla.

¿Qué le hace pensar así?

Veo argumentos suficientes, porque entreno a diario con mis compañeros y sé que estamos intentado hacer las cosas bien, aunque no hay que olvidar que esto es fútbol y siempre hay un rival enfrente que también juega. Es un deporte y la suerte también tiene mucho que ver. Para sacar buenos resultados tendremos que seguir trabajando como hasta ahora.

Pero apunta a la promoción...

Sí, mi meta sigue siendo la de meterme en el "play off".