Puede que no sea el futbolista del Tenerife que haya ofrecido el juego más vistoso a lo largo de 2014, ni el que sobresaliera por su capacidad de desborde o por haber resuelto partidos a golpe de goles. Pero si depende de la suma de los minutos en las dos competiciones en las que participó el equipo, ningún compañero lo superó. En el balance del año que termina, con las 23 últimas jornadas de la temporada pasada y las 18 primeras de la 14/15, Javier Moyano presenta el registro de 3.589 minutos en Liga y los 120 de la única eliminatoria que disputaron los blanquiazules en la Copa en 2014, la que los enfrentó al Girona en septiembre. En total, 3.709 minutos en 2014.

Si la estadística del lateral derecho en este período es llamativa, no se queda atrás la correspondiente a la campaña en curso. Y es que Moyano lleva un pleno de minutos, privilegio que está al alcance de muy pocos en la categoría. De hecho, solo hay trece jugadores más de Segunda División, entre los que hay seis guardametas, que llegaron a las vacaciones de invierno con el mérito de haber intervenido en los dieciocho partidos de principio a fin. Además, Javi añade los 90 minutos del citado compromiso de la Copa del Rey y la prórroga de ese mismo duelo.

El defensa advierte de que no hay ningún secreto para tener tanta continuidad. "Lo principal está en el trabajo, en la constancia y en que el entrenador confíe en lo que haces", explica el futbolista, que le da un "gran valor" a su protagonismo en el equipo, ya que "la principal motivación de un futbolista pasa por ejercitarse cada día para intentar jugar los domingos". En su caso, está teniendo "la suerte de estar siempre ahí", y asegura que no cae en la tentación de relajarse. "Trato de progresar y dar cada vez más, con poco o mucho acierto, pero partiendo de la entrega y del sacrificio", afirma.

Pero hay otros factores que le han facilitado las cosas a Moyano, como la "suerte con las lesiones" y su habilidad para no ser un futbolista muy tarjeteado. En el primer caso, confiesa que nunca ha sido propenso a tener problemas físicos, mientras que en su relación con los árbitros procura no dar motivos para ser amonestado. "Me considero un defensa limpio. Sí soy competitivo y disputo cada balón, pero siempre voy con buena fe. Quizás por ahí sea como me escapo un poco", reconoce Moyano, que acumula tres amarillas en la Liga 14/15, una de ellas por protestar. "Procuro controlarme para evitarle problemas al equipo".

Con todo esto, no le pide "nada" a 2015 en "lo personal", pero sí "en lo colectivo", y no es otra cosa que "progresar y estar al final con opciones de conseguir algo bonito".