Álvaro Cervera se enfrenta a un inconveniente novedoso en esta temporada. Por primera vez no podrá alinear a dos de los tres centrales profesionales de la plantilla: Carlos Ruiz debe cumplir una jornada de suspensión por la acumulación de cinco tarjetas amarillas y Unai Albizua lleva un mes de baja por unas molestias en la parte posterior del muslo derecho que no le permitirán jugar el domingo (18:00, Rodríguez López).

Por tanto, el técnico se queda con un único especialista profesional, Hugo Álvarez, y tendrá que improvisar con su acompañante. La alternativa más simple consiste en cubrir la vacante en el centro de la zaga con otro central, y la única opción es la del canterano Jorge Sáenz de Miera, que se unió al primer plantel en la pretemporada pero que todavía no ha tenido minutos en la competición.

Aunque no ha debutado, Jorge ha formado parte de dos convocatorias, la correspondiente a la primera jornada, con la Ponferradina como rival, y la que eligió el técnico para la visita al Alcorcón, el 14 de diciembre. Quizás, su protagonismo habría sido mayor si no hubiera sufrido una lesión de espalda en las primeras semanas de la temporada. Ahora podría estar ante su oportunidad.

De momento, Álvaro siempre ha tenido disponibles a, al menos, dos de los tres centrales profesionales, pero llegó a jugar con solo uno de los tres en algunos momentos puntuales de la Liga, siempre en casos excepcionales. De ahí surgen pistas de lo que podrían ser otras soluciones con vistas al encuentro con el Sporting. Por ejemplo, en el compromiso de la tercera jornada en Montilivi, se vio obligado a retocar la defensa por la expulsión de Carlos Ruiz, y optó por situar a Javier Moyano como pareja de Albizua y cubrir el lateral derecho con Guarrotxena. No es su puesto natural, pero Moyano ya sabe lo que es jugar como central. Lo hizo de manera puntual antes de incorporarse al Tenerife.

Hay más casos. En la visita del Recreativo al Heliodoro (0-2), Cervera buscó, sin éxito, la remontada con algunos cambios inusuales pero destinados a tener el balón y atacar con más efectivos. Por eso dejó en el vestuario a Arnáez en el descanso y completó con Vitolo una zaga que también contó con Moyano, Carlos Ruiz y Albizua.

Cervera repitió esta fórmula en una tesitura similar. En el choque con el Alavés en el Rodríguez López también detectó que el Tenerife no estaba funcionando y se decantó por mover piezas en el intermedio: quitó al central Hugo Álvarez y retrasó a Vitolo, que volvió a ejercer de defensa junto a Moyano, Carlos Ruiz y Albizua.

La opción de poner a un centrocampista en la defensa ya fue utilizada por Álvaro la pasada campaña; aquella vez, con el volante Aitor Sanz como central ocasional en situaciones muy concretas.