No es un partido normal el de mañana. Es verdad que una victoria vale tres puntos, como cualquier otra, pero no es menos cierto que otorga cierto prestigio extra ganar en un campo como el Benito Villamarín y a un rival del potencial deportivo, social y económico del Real Betis. Los jugadores del Tenerife son conscientes y hasta lo reconocen en público.

"Un Betis-Tenerife suena a partido de Primera División", reflexionó ayer Raúl Cámara en Radio El Día antes de reconocer que es "de esos partidos que apetecen a cualquier futbolista", de los que se buscan "cuando sale el sorteo del calendario". En este sentido, el zaguero blanquiazul admitió que "se trata de un gran equipo", pero advirtió que "a un partido se le puede ganar a cualquiera, y también al Betis". Por eso, anunció que el Tenerife viajará a Sevilla "con respeto, pero sin miedo". Conseguir los tres puntos en el recinto helipolitano "no es imposible", por lo que ese será el objetivo de partida para los insulares.

Las bajas béticas no sirven como acicate, puesto que "entrarán otros futbolistas que, como no están jugando, querrán demostrar que pueden hacerlo". Y como dice Raúl Cámara, "en una plantilla así todos tienen muchísima calidad".

Pero el Betis tendrá enfrente a un Tenerife que llega a la cita "con más confianza" después de los últimos resultados. Ya no es aquel equipo dubitativo y que cometía errores con cierta frecuencia que facilitaban el camino a sus rivales. "Es un buen momento para el Tenerife porque del empate ante el Sporting salimos reforzados", explicó el lateral madrileño amparándose en que los asturianos son "el mejor equipo" al que se han enfrentado hasta el momento en la competición liguera.

Por eso no asusta tanto el Betis. "Hemos crecido desde atrás, mejorando primero nuestro funcionamiento defensivo y no encajando, algo que debe ser la línea a seguir en cada jornada", señalaba Cámara antes de fijarse el siguiente objetivo: "Mejorar en ataque, de cara al gol". Ese lastre acompaña al cuadro insular desde principio de temporada, pero al menos ha reducido la trascendencia de esta cuestión desde el retorno de Diego Ifrán. La confianza de los últimos resultados también ayuda a afrontar este tipo de encuentros de otra manera. "No hemos perdido en el último mes y solo hemos recibido un gol en cinco partidos", expuso el defensa blanquiazul para argumentar su confianza en que "aún se puede mejorar". Él ya lo dijo en el peor momento: "Queda mucho que decir en esta Liga".