Aunque lleva dos meses sin entrenarse ni jugar con el CD Tenerife, Jacobo Sanz sigue siendo empleado del club blanquiazul. El intento de rescindir el contrato de cesión del portero no prosperó, ya que el equipo de origen del vallisoletano, el PAOK, no está dispuesto a volver a incorporarlo a su plantilla hasta la próxima temporada.

Al representativo le urge resolver este asunto, ya que necesita recuperar saldo antes del cierre del mercado de invierno para poder fichar, y una de las alternativas más claras para ahorrar dinero pasa por no tener que pagarle al arquero. La solución está encaminada al despido, informó ayer Radio El Día.

Alfonso Serrano, integrante de la comisión deportiva del Tenerife, explicó ayer que a mediados de noviembre, cuando la continuidad de Jacobo en el equipo dejó de ser conveniente, el club llegó a un acuerdo con el guardameta para rescindir el contrato. Pero no contó con la negativa del PAOK. "El problema estuvo en que el equipo griego no nos dejó firmar la rescisión, y al ser una cesión es imprescindible que las tres partes estemos de acuerdo", apuntó el dirigente antes de indicar que la institución de Salónica solo dará el visto bueno a la finalización del préstamo si Sanz encuentra este mes otro equipo en el que seguir jugando, algo que no se ha producido. "Lo que no quieren es que vuelva hasta junio y sus agentes están intentando buscarle algo, pero no le han encontrado nada".

Serrano desveló que, "en su momento", el Tenerife le concedió a Jacobo diez días de margen para que "arreglase los temas con el PAOK, e incluso se habló de que el jugador iba a viajar a Grecia". Tras ese período de permiso, la entidad blanquiazul solicitó el retorno de Sanz a los entrenamientos, pero el portero no apareció ni en El Mundialito ni en el Heliodoro. "Empezó a faltar a los entrenamientos los últimos días de noviembre", advirtió Alfonso sobre un asunto del que han pasado a ocuparse los servicios jurídicos del club.

A todo esto, según contó Serrano, Jacobo le remitió al Tenerife un "documento" en el que justificó su incomparecencia asegurando que no había recibido la citada petición de reincorporación al trabajo. "No sabemos más. Los abogados lo aclararán", terminó Serrano.