Ulises Dávila dejó de ser ayer, de manera oficial, futbolista del Tenerife. Fue presentado el 3 de septiembre como el refuerzo estrella del proyecto, cedido por el Chelsea, y se marcha con un balance de unos 52o minutos repartidos en 11 partidos, entre Liga y Copa, y un gol anotado.

Su última actuación como blanquiazul se remonta a un rato del encuentro con el Sabadell, del 20 de diciembre. A partir de ahí, ni siquiera entró en las convocatorias. El mexicano intentará tener más protagonismo en su nuevo equipo, el Vitoria de Setúbal, que es la cuarta peor de las dieciocho escuadras de la Primera División de Portugal.