El destino a veces tiene esas cosas. De repente vives en Rusia y, en un abrir y cerrar de ojos, te encuentras en una isla, con un clima totalmente diferente al de Rusia y un estilo de vida al que Ksenia Pavlyuchenkova (San Petersburgo, 1997), y su familia les costó poco adaptarse. Trece años después, esta polifacética rusa (habla cuatro idiomas y terminó a corta edad la carrera de piano), es ya una chicarrera más y se ha hecho un hueco entre las mejores jugadoras de squash de Canarias. El pasado fin de semana lograba un meritorio segundo puesto en la Spanish Junior Open Sub''19 celebrado en Santiago.

Curioso como llegastes hasta Tenerife

Lo cierto es que sí. Todo fue de casualidad. Mi padre es músico profesional y buscaba trabajo. Primero encontró una plaza en la orquesta de Santiago donde conoció a Víctor Pablo Pérez y fue él quien, cuando comenzó a dirigir la Sinfónica de Tenerife, le invitó a acompañarlo. Desde entonces vivimos aquí y estamos muy adaptados y felices. Ya soy una chicharrera más y eso que me costó aprender español puesto que no sabía nada de nada y tuve que empezar desde cero.

¿El squash también venía en la maleta?

¡Para nada! Empecé a practicarlo en España con seis años y medio. Mis padres no lo conocían pero tenían claro que querían que hiciera algún deporte así que acepté la invitación de una amiga de la familia y me apunté a su club de squash. Desde entonces, todos los días. Ahora para mi es una pasión y me encanta.

Tanto le gusta que se ha convertido en toda una referencia nacional sub''19

Es verdad que he entrenado mucho. Es un deporte duro y hay que correr y sufrir. Ha habido días en los que se me ha pasado por la cabeza abandonar todo y dejar la raqueta. Pero mis padres siempre han estado ahí apoyándome y ellos me han servido de bastón para levantarme cuando más me ha costado y seguir jugando. Gracias a ellos sigo aquí. Además he tenido la suerte de contar con muy buenos entrenadores y eso es importantísimo.

El nivel canario está siendo muy reconocido a nivel nacional pero también internacional. La última participación en la Spanish Junior Open es un ejemplo

Sí, María González, a la que admiro muchísimo, ganó en Sub''17 y yo quedé segunda en Sub''19. Son solo dos ejemplos. En enero disputamos también el Campeonato de España Sub''19 donde María quedó tercera y yo cuarta y que ganó Cristina Alonso, de la que me encanta su forma de jugar. Ahora con la crisis no viajamos tanto aunque la Federación trabaja 24 horas al día para promocionarnos todo lo posible. Hacen un trabajo increíble y nosotros intentamos corresponder con buenos resultados. En Gran Canaria hay un nivel altísimo de squash también.

Has comenzado fuerte en 2015, entonces. ¿Te has marcado algún objetivo concreto?

Sí, subir de categoría. Ahora juego en Segunda pero este año quiero subir a Primera y estar entre los mejores. Para ello debo ganar dos torneos consecutivos o sumar los puntos necesarios y tengo claro que voy a conseguirlo.

¿Sientes que el squash es un deporte minoritario?

No te engaño si te digo que me encantaría que se conociera más. Que fuera un deporte olímpico. El squash tiene cosas muy positivas, entre ellas que somos una gran familia. Seguro que poco a poco se irá conociendo.

Para ello habría que hacer algún tipo de recomendación o enviar un mensaje a esas personas que no lo han practicado.

Pues tiene cosas muy positivas. Es muy divertido y con mucha participación. Si te gustan los deportes de raqueta, te engancha. Además es de los que más calorías quemas, hasta 500 y te tonifica. Sinceramente, me encantaría que más gente viniera a conocernos. Sería muy gratificante para nosotros y los recibiríamos con los brazos abiertos.