La misión del Tenerife es marcar en Anduva. No debe descuidar su defensa ni repetir los errores que, en las acciones de estrategia, le han supuesto cuatro goles en contra en las dos últimas jornadas. Pero la estadística dice que perforar la portería del Mirandés en el feudo burgalés otorga bastantes posibilidades de éxito.

Cinco rivales han logrado algún gol en sus visitas a los rojinegros. La escuadra que dirige Carlos Terrazas ha perdido tres de esos encuentros. Sporting de Gijón (0-2), Alcorcón (1-2) y Racing de Santander (0-2) se llevaron los tres puntos de Miranda de Ebro. También sumó el Zaragoza, que empató allí a un gol. El único equipo que se marchó de vacío (y anotando dos goles) fue el Albacete Balompié, que perdió por tres a dos. Es la excepción a la regla que dice que el que marca en Anduva, suma. Y también que el que no lo hace, pierde. En ese caso, la excepción es el Valladolid. Empató a cero y se llevó un punto de Anduva.

La asignatura no es baladí para el Tenerife por sus carencias ante la portería contraria. Los dos últimos encuentros en tierras peninsulares pueden engañar, puesto que los dirigidos todavía por Álvaro Cervera anotaron dos tantos en Albacete y uno en su visita al Benito Villamarín. Pero un vistazo a su estadística completa a domicilio refleja vacíos en seis partidos disputados fuera del Heliodoro Rodríguez López (Ponferrada, Girona, Leganés, Palamós, Lugo y Alcorcón). Tampoco supone un aval para regresar a la Isla con las alforjas llenas de puntos que los blanquiazules consigan marcar, puesto que se volvió de vacío tras anotar un gol en Valladolid, dos en Pamplona, uno en Sevilla y dos en el Carlos Belmonte.

Si como Raúl Agné piensa el de hoy es un partido trabado, de segundas jugadas y poco fútbol, el Tenerife deberá aprovechar alguna de sus escasas ocasiones y no conceder.