El Tenerife suma en el campo del Mirandés y lo hace superando las condiciones adversas que se encontró. No solo su dinámica negativa y el frío, sino un terreno de juego que parecía una auténtica huerta ya antes de empezar el partido y que fue empeorando a medida que avanzaban los minutos y la lluvia lo castigaba más. Los de Raúl Agné se adaptaron a la perfección y pelearon para anular el juego directo del rival, al tiempo que intentaban sacar beneficio de alguna acción aislada. Lo consiguió a medias.

Porque se adelantó, pero no contaba con la intervención de Figueroa Vázquez (y su asistente) para conceder el empate en claro fuera de juego. Dos novedades presentó el preparador de Mequinenza en su segunda alineación como técnico blanquiazul. Maxi Pérez sustituyó al sancionado Suso Santana y Víctor García a Cristo Martín para remozar las dos bandas del centro del campo. El resto de la estructura del equipo se mantuvo con respecto a la derrota de la semana anterior ante el Girona. El otro cambio fue más de tipología futbolística que de nombres. Como había advertido en la rueda de prensa previa, era necesario adaptarse a Anduva. Con el mono de trabajo puesto desde el primer minuto, el conjunto blanquiazul cambió su nueva filosofía ofensiva por un juego más directo. Ifrán, que aprovechó bien el trabajo de Aridane, dio el primer susto con un disparo desde la frontal del área (1'') que detuvo Razak.

Entre el mal tiempo de la semana y la fina lluvia que cayó de forma constante durante el encuentro, el césped se fue levantando y el juego combinativo se convirtió en una quimera. Los de Carlos Terrazas huyeron hacia las bandas. Desde allí, intentó generar superioridad y enviar algún balón al área hacia su torre, Urko Vera. Pero casi nunca lo logró. En el tipo de partido que siempre se resuelve por una acción aislada no suele manejarse bien el Tenerife, pero ayer le sonrió la suerte. Aridane prolongó un balón en el lateral del área y Aitor Sanz, de disparo seco y cruzado, superó a Razak (29''). Tocaba mantener la ventaja jugando a que no pasara nada. Pero al minuto del 0-1 llegó la única ocasión del Mirandés. Igor encontró con un centro al segundo palo a Carnicer en posición correcta y el centro de este lo remató fuera Vera (30''). Incomprensible. Tanto el error en la definición como la lenta salida de la zaga visitante que había habilitado al asistente. Pero los encuentros en Anduva se hacen largos.

Con 45 minutos por delante, no cabía la relajación ni el bajón de intensidad. Carlos Terrazas metió un segundo delantero para empujar el choque hacia el área tinerfeña. El resultado le llegó pronto. Dos minutos después de reanudarse la contienda, el recién incorporado Pedro asistió a Urko Vera: 1-1. Solo una pega a la hora de situar la acción en la columna de méritos del Mirandés: el espigado delantero estaba en claro fuera de juego y se aprovechó de esa circunstancia. Fue volver a empezar para el Tenerife que, lejos de venirse abajo, siguió a lo suyo. Incluso, tuvo tramos de claro control en la segunda parte con la imponente presencia de la pareja Vitolo-Aitor para cortar la salida del cuadro local. Los cambios no trajeron transformación alguna en el desarrollo de la contienda. Igor Martínez (53''), Aitor (63'') y Álex García (87'') lo intentaron desde fuera del área y fueron bien respondidos por Dani Hernández. Tampoco creó ocasiones la escuadra blanquiazul más allá de dos disparos lejanos del debutante Santi y de Juan Carlos. Por eso, el resultado ya fue inamovible.