VICENTE Cabrera Álvarez, médico estomatólogo retirado, celebró hace apenas unas semanas su 83 cumpleaños (05/01/1933), pero afronta cada día con la ilusión de cualquier joven y, además, dispuesto a seguir la tradición familiar de seguir cumpliendo años en plenitud física y mental. Nos cuenta que su abuela llegó a los 104 años y que espera que esos genes le ayuden a seguir haciendo lo que más le gusta durante mucho tiempo: el deporte.

Vicente, que en sus años de juventud practicó el boxeo e incluso le invitaron a participar en unos Campeonatos de España, se aficionó a las carreras de larga distancia hace casi un cuarto de siglo. "Un corredor del Puerto de la Cruz, Fernando, me animó y empecé a correr un poco más cada día. Ahora es algo cotidiano en mi vida. A mi edad cada carrera es una nueva oportunidad y la idea es seguir cubriendo etapas mientras el cuerpo aguante y Dios quiera", explicó Vicente en su visita de ayer a la redacción de EL DÍA.

Está claro que para mantener el nivel, la capacidad para participar y acabar este tipo de pruebas hay que ser constante con la preparación. "Yo disfruto haciendo deporte y si bien algunos me comentan que ya debería bajar el ritmo, me encuentro bien y cada día suelo entrenar entre cuatro y cinco horas. Dos de carrera y el resto en el gimnasio. Descanso un día a la semana y suelo ir a caminar al monte", comenta.

"Tengo mi método y muchas veces se lo comento a atletas que suelen tener problemas de rodilla. Me entreno en superficies de tierra -el Parque Taoro, La Caldera y alguna que otra vez en Las Cañadas- y solo utilizo el asfalto dos o tres semanas antes de las carreras para adaptarme", añade Vicente.

El veterano deportista, un fijo de las distintas pruebas que se celebran en toda la geografía del Archipiélago, nos cuenta que sus participaciones a nivel internacional le han supuesto un importante desembolso económico. "Cada prueba, independientemente de donde se celebre, me las he costeado yo y eso significa un gran desembolso económico ya que, aparte de los desplazamientos y los hoteles, las inscripciones en algunos maratones son bastante caras. No se de cuánto dinero podemos estar hablando, aunque yo calculo que me gastado más de 200.000 euros. Nunca he solicitado ningún tipo de ayuda pese a que en cada carrera llevo el nombre de Santa Cruz en mi dorsal", explica Cabrera Álvarez.

Él tiene claro que hacer marcas es cosa de otros tiempos y en cada carrera el objetivo siempre es el mismo: acabar. "No es fácil terminar una maratón como la de Nueva York, con un trazado muy exigente, y más con mi edad. Durante la carrera se suelen pasar momentos complicados, pero hasta ahora los he superado todos y he podido acabar las carreras", señala.

Vicente, si la salud se lo permite, espera estar presente en citas tan emblemáticas como el Maratón de Londres o el de Tokio. "A Japón pensaba ir este año, pero hay que hacer la inscripción con un año de antelación y no pudo ser, pero ya estoy inscrito para la cita de 2016. También me gustaría hacer el de Londres y en eso estamos. Me han dicho que después de hacer el de Nueva York, estos son más sencillos pero siguen siendo 42 kilómetros y hay que estar bien para terminarlos", apunta.

Vicente, medio en broma medio en serio, dice que se planteaba llegar a los 80, que ahora mira a los noventa y que el centenario está "ya mucho más cerca".

En resumen, un hombre que con el paso de los años ha hecho del deporte su forma de vida y como él bien dice "me ha ido bastante bien" y la mejor prueba es la imagen que da a sus 83 años.