Carlos Ruiz está convencido de que el impulso de la llegada al club de un nuevo entrenador empezará a dar muy pronto resultados visibles en la clasificación, y de que estos avances tendrán detrás un funcionamiento convincente.

¿Con qué se queda de la visita al Mirandés? ¿Solo con el punto?

Nos supimos adaptar perfectamente a las condiciones en la que estaba el campo; el césped estaba muy blando. Dimos la talla e incluso estuvimos un poco mejor que un rival que, en teoría, tendría que estar más acostumbrado a esas circunstancias. Como bloque, defendimos muy bien. Se vio un equipo que tiene ganas de salir de abajo. Esperamos hacer bueno este punto ganando al Valladolid.

¿Cuesta asimilar en el vestuario los inconvenientes que no se controlan: arbitrales, lesiones...?

Esperamos que todo se equilibre un poco de aquí al final de la Liga y que las decisiones que hemos tenido en contra se nos den a favor o que, como mínimo, no nos resten, porque en las últimas jornadas hemos sido perjudicados muy claramente con situaciones como el gol de Albacete, el penalti no pitado ante el Girona, el gol en fuera de juego del Mirandés... Podríamos tener unos puntos de más que nos vendrían muy bien.

¿Cómo se mantiene alta la confianza sin victorias?

Está claro que un jugador tiene más confianza si le acompañan los resultados positivos, pero también es conveniente leer los partidos de manera objetiva, al margen de los resultados, y analizar las sensaciones que está transmitiendo el equipo. En ese sentido, ante el Girona quizás jugamos un poco más abiertos y tuvimos muchas pérdidas de balón, pero en el de Anduva corregimos esos errores y, poco a poco, hemos ido cogiendo confianza a través de las sensaciones que estamos dando.

¿De qué forma influye la situación en la mentalidad del grupo?

Sobre todo, intentamos provocar cosas para ponernos por delante en los partidos y mantener la concentración los 90 minutos. Cuando un equipo está abajo, cualquier pequeño error te condiciona y hace que pierdas puntos. Es una de las cosas en las que tenemos que hacer mucho hincapié. Así saldremos adelante.

¿Se ven como un equipo que está entre los últimos solo de paso?

Somos un equipo que tiene que competir domingo a domingo y no mirar más allá. Ahora estamos así y lo que nos viene es el Valladolid, que es un rival muy complicado y que tiene una de las mejores plantillas de Segunda División. Tendremos que pelear mucho para intentar llevarnos los tres puntos e ir saliendo poco a poco de la situación en la que estamos, pero sin mirar más allá de este domingo.

Pero luego toca Las Palmas. ¿Da vértigo el calendario que viene?

No le tenemos miedo a nada. Tenemos muy claro que estamos en una categoría muy igualada y que jornada tras jornada se ven resultados en los que los equipos de abajo le ganan a los de arriba. Por eso creo que no le tenemos miedo a ningún equipo, pero también tenemos claro que para superarnos, los rivales van a tener que correr mucho. Nosotros, con el paso de los días, vamos a ir a más y le plantaremos cara a todos los adversarios que vengan.

¿Qué es lo más que le preocupa del partido ante el Valladolid?

En sus últimas salidas, a Mallorca y Santander, ganaron por goleada. Si miras cada nombre, de medio campo para delante encuentras mucha calidad. Tendremos que estar muy atentos y tener los cinco sentidos puestos en el campo. Habrá que vigilar bien a los jugadores que dejen descolgados, a ver si somos capaces de cerrarlos para que no consigan ver portería.

¿Raúl Agné está consiguiendo lo que quiere en tan poco tiempo?

Sí. Ahora estamos trabajando la colocación de los jugadores, sobre todo en ataque, y se va notando que estamos asimilando todos los conceptos. La idea es esa, la de tener siempre una solución para el jugador que tenga el balón tanto por delante como por detrás, y a partir de ahí, crecer como equipo. La gente lo está asimilando bien.

El técnico dijo al llegar que, en principio, quería cambiar la intención del equipo. ¿Eso se nota?

El míster nos ha insistido en eso, en que debemos tener más gente arriba cuando, por ejemplo, llegamos por las bandas. En definitiva, se trata de tener más presencia cuando atacamos. Es algo en lo que estamos trabajando: ser verticales, ir a por los partidos... Con el paso de los días lo estamos asimilando cada vez mejor. Dentro de poco seremos un equipo muy intenso y que creará ocasiones.

¿Son los principales cambios?

El míster tiene las cosas muy claras. Es un entrenador muy exigente. Creo que todos hemos captado sus ideas bastante rápido, aunque todavía nos queda mucho trabajo por delante. Jornada a jornada se irá viendo la mejoría. Estoy seguro.

¿Varía en algo el papel de los defensas con Raúl Agné?

Es lo mismo. Hay que tener los mismos grados de atención. Quizás en el partido ante el Girona hubo más contragolpes por parte del rival y eso nos hizo defender de una manera diferente a la que estábamos acostumbrados, pero el míster tiene claro que debemos trabajar en eso, en no quedarnos partidos y formar dos líneas, como mínimo, para plantarnos y no dejar espacios. Lo estamos practicando en los entrenamientos y cada vez vamos a ser más compactos.

Si piensa en un final de Liga tranquilo, ¿qué le hace ser optimista?

Se está viendo una evolución en el equipo y espero que, jornada tras jornada, empecemos a sumar de tres en tres y que iniciemos una racha positiva que nos lleve a estar en una zona más tranquila de la tabla para afrontar la recta final en una situación más cómoda. Creo que seremos capaces de hacerlo.

Pero la producción no está siendo muy alta, de momento: un punto de seis tras el relevo en el banquillo. ¿Eso los deja fríos?

Cuando se trabajan nuevos conceptos, lo ideal es hacerlo con buenos resultados. En este caso, nos tenemos que quedar con las sensaciones que ha dado el equipo, sobre todo en el último partido, en el que fuimos un bloque. Eso hay que trasladarlo a los siguientes encuentros para no perder todo lo bueno que tenemos en defensa cuando vayamos a dar un paso al frente en el juego ofensivo.

¿Esperan que la afición también dé otro paso al frente, uno más?

Cuando la gente nos anima y nos empuja en cada jugada, lo notamos muchísimo en el campo. Es una fuerza extra que tenemos. Esperamos que el domingo, siendo un rival que llama mucho la atención, se vea una buena entrada, y que nosotros también seamos capaces de conectar con la afición; en realidad, somos los que tenemos que proponer para que la gente se venga arriba.