El presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ha manifestado hoy que firmaría "sin duda" perder el partido de máxima rivalidad frente al CD Tenerife, el próximo domingo en el Estadio de Gran Canaria, siempre que su equipo logre el ascenso a Primera esta temporada.

El máximo mandatario del club amarillo ha dicho en rueda de prensa que para vencer al eterno rival tendrán que jugar "al 120 por cien" y no ha querido dar un resultado porque "sería una falta de respeto", aunque obviamente desea "la victoria" de la Unión Deportiva en un partido que tiene connotaciones especiales.

Ramírez ha destacado que el Tenerife, con la llegada de su nuevo entrenador, Raúl Agné, sustituto de Álvaro Cervera, es "otro" y atraviesa una "buena dinámica" tras empatar fuera de casa ante el Mirandés (1-1) y ganar el pasado domingo al Real Valladolid (2-0) al mejor equipo de Segunda, según valoró el propio Agné.

"Yo espero que el mejor equipo de la categoría sea Las Palmas", ha dicho hoy el presidente grancanario, quien ha pedido afrontar el partido con "humildad" y "máximo respeto", pese a que el conjunto blanquiazul ocupe la zona baja de la clasificación y Las Palmas sea el primer clasificado de la Liga Adelante.

En ese sentido, ha recordado que la Unión Deportiva ya acudió como líder al derbi del pasado mes de septiembre en el Heliodoro Rodríguez López (2-1), y que una vuelta después vuelve a estar al frente de la tabla.

Las previsiones del presidente de Las Palmas es que habrá un lleno total en el Estadio de Gran Canaria. Ha informado de que se han vendido unas 22.000 entradas, pero el domingo estarán ocupados los 28,000 asientos disponibles, algo menos del aforo oficial debido a las obras que se ejecutan en las gradas para acercarlas al campo.

Ramírez ha pedido que haya cordialidad entre las dos aficiones y que den "un ejemplo a nivel nacional", y ha recordado que si se produjesen cánticos irrespetuosos el club sería sancionado, como ha ocurrido en otros partidos de la Liga de Fútbol Profesional.