Mucho respeto entre los presidentes, tal y como viene ocurriendo desde 2006. Miguel Concepción y Miguel Ángel Ramírez comandaron la representación de CD Tenerife y UD Las Palmas en la cena institucional previa al derbi, que se celebró anoche en el Estadio de Gran Canaria. Con una importante representación política y empresarial, encabezada por el presidente del Gobierno de Canarias Paulino Rivero, los más de 60 invitados compartieron mesa y mantel.

"Seguro que veremos un gran partido", vaticinó el máximo mandatario blanquiazul antes de lanzar sus primeras flores a la UD, "que está encabezando la clasificación y lleva una trayectoria impecable". No sin advertir a continuación que su equipo llega "muy necesitado de puntos" al clásico y tratará de llevarse los tres en disputa. Lo tiene claro Ramírez, que ve el asunto "complicado, como cualquier derbi". La razón tiene que ver con las características especiales de este tipo de encuentros, en los que "no se nota mucha diferencia entre las dos plantillas". Por eso, se limitó a exponer las intenciones de los suyos: "Saldremos a darlo todo". Ni un ápice de exceso de confianza.

Tampoco se observó en Concepción un optimismo desmesurado porque un derbi se lo suele llevar "aquel que tenga más suerte o más puntería". Eso sí, cree que los de Raúl Agné darán la cara. "Nuestro equipo va en proyección ascendente y creo que la parte anímica se ha mejorado", indicó antes de revelar el significado de un triunfo este mediodía en Siete Palmas: "Ganar supondría un golpe de moral muy bueno". A esto añadió lo importante que sería para refrendar " la trayectoria del nuevo entrenador", por lo que sería importante "seguir sumando".

Para el presidente amarillo, el hecho de contar con 15 grancanarios en la convocatoria no supone necesariamente un plus. "Eso lo sabremos después del partido", señaló antes de animar a su afición a comprar "las 300 entradas que quedan porque todavía están a tiempo". Ramírez repitió constantemente el objetivo para hoy: "Hay que intentar que los puntos se queden aquí, que va a estar muy difícil". Pero la Liga no acaba en el derbi. Por eso, alertó sobre la conveniencia de seguir adelante pase lo que pase. "Después de este partido, los dos equipos tienen que seguir trabajando para conseguir sus objetivos", dijo.