El campeón mundial y olímpico portugués de triple salto Nélson Evora se congratuló por su regreso a las medallas tras proclamarse campeón europeo en Praga este fin de semana.

Para expresar su alegría utilizó un símil de la mitología griega: "Renací de las cenizas".

"Esta medalla me da fuerzas continuar trabajando. Se puede decir que renací de las cenizas. Ustedes no saben por todo lo que pasé, solo yo y quien estuvo conmigo lo sabe", dijo a los periodistas en el aeropuerto de Lisboa, donde fue recibido entre una notable expectación.

Después de un calvario de lesiones, Évora, que está a punto de cumplir 31 años, logró el sábado el oro en el triple salto, por delante del español Pablo Torrijos, que fue plata, en los Europeos en sala diputados en Praga.

Considerado el mejor atleta portugués, ya estuvo más de un año sin competir por una grave lesión de la que se operó en febrero de 2010 y, después, se perdió los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 por culpa de una lesión de tibia.

En enero de 2014, el atleta del Benfica se lesionó de nuevo, esa vez en una rodilla.

Nélson Evora se proclamó campeón mundial en triple salto en Osaka 2007 con una marca de 17,74 metros y se proclamó campeón olímpico en Pekín 2008 con 17,67.

Évora, nacido en Costa de Marfil, es de padre caboverdiano y madre marfileña y con cinco años se mudó a Portugal, a las afueras de Lisboa.