Después de casi una década en el fútbol profesional y con una media de un club diferente por temporada, Hugo Álvarez vivió la campaña pasada por primera vez la desagradable experiencia de sufrir un descenso de categoría.

En su debut en Segunda A, fue testigo desde dentro de la caída del Jaén a la categoría de bronce. Pero el destino le reservó otro disgusto. El primer club por el que fichó en verano, el Murcia, siguió el mismo camino, en su caso por causas administrativas. Aunque el fantasma de esa amenaza ha merodeado al Tenerife, el central gallego está convencido de que no tendrá que pasar por el mismo calvario en su etapa como blanquiazul.

"En el fútbol nunca se sabe lo que te va a pasar, pero el equipo lleva cuatro partidos mostrándose muy sólido y si seguimos en esta línea, no deberíamos tener problemas", dijo ayer refiriéndose a las opciones del Tenerife de lograr la permanencia. Hugo recordó que el año pasado tuvo "la desgracia de descender" y compartió su deseo de no repetir esa experiencia. "Nunca me había ocurrido algo así y no quiero volver a pasar por eso. Mi objetivo a corto plazo es que el Tenerife se salve y, a partir de ahí, tampoco soy ni Messi ni Cristiano; ya miraré mi futuro", añadió al ser cuestionado acerca de sus planes a partir de junio, mes en el que finalizará su relación laboral con el club tinerfeño, aunque su contrato incluye una cláusula que le otorgará el derecho a ampliar la duración de su contrato si interviene en un número determinado de partidos oficiales.