La racha de resultados propios acabó en Vitoria, la de los ajenos continúa. Los marcadores de la tarde de ayer mantienen abierta una brecha de seis puntos entre el Tenerife y los puestos que condenan al descenso, el primero de los cuales lo ocupa el Racing, con 32, los mismo que tenía Osasuna, inquilino de ese puesto la jornada anterior.

La derrota de Vitoria no empeora en nada la situación clasificatoria del Tenerife ni sus referencias con los que lo persiguen. Era una jornada complicada, porque una hipotética victoria del Recreativo en casa y otra de Osasuna en El Sadar habría apretado la clasificación de forma muy peligrosa, rebajando diferencias a solo tres puntos. Afortunadamente, ninguno la consiguió. Lo único que ha cambiado es que ahora, en lugar de aventajar en seis puntos a uno de los ocupantes de plaza de descenso, el Tenerife tiene a tres rivales a la misma distancia, porque Sabadell y Racing dieron un paso adelante.

La jornada de ayer fue especialmente negativa para el Recreativo, que cayó en casa en el último minuto y con nueve jugadores, pero no fue menos mala para un Osasuna que no levanta cabeza, y esta fecha casi condena definitivamente al descenso al Barcelona B, que cierra la tabla con 30.

Al Tenerife le siguen faltando 12 puntos para alcanzar los 50 mínimos que garantizan casi la permanencia, de manera que cada punto que pierda en casa (aquí debe jugar exactamente cuatro encuentros) deberá sumarlos en alguno de sus cinco desplazamientos. El primer desafío para no tener que mirar hacia abajo es el Llagostera, que está en la mejor racha de la categoría: ha sumado 24 de los últimos 30 puntos y ha sido capaz de conquistar 11 de los últimos 15 puntos que ha disputado como visitante.