Aitor Sanz (Madrid, 13-9-84) considera que el Tenerife tiene "encaminada" la permanencia, pero también advierte de que el equipo sufrirá para alcanzar ese objetivo.

¿Costó encajar la ruptura de la racha de ocho partidos sin perder?

Cuando pierdes tienes malas sensaciones, pero en este caso no fue así porque el equipo hizo bastantes cosas para sacar, al menos, un empate. El Alavés tuvo acierto de cara a puerta. Lo digo por el gol. Nosotros generamos ocasiones y no fuimos capaces de marcar.

¿Notaron la baja de Diego Ifrán?

Diego es un jugador importante, pero tampoco estuvo en otros partidos y el equipo hizo goles. Además, llevábamos una buena dinámica de cara a puerta. Cuando las cosas no salen como queremos solemos acordarnos de los que no están, pero este tampoco es el caso.

¿Y la ausencia de Vitolo?

Se trata de un jugador importante. Nos da mucho equilibrio y tiene experiencia. Pero digo lo mismo que en el caso de Diego.

¿Se quedó más tranquilo al ver la clasificación el domingo?

Muchos de los resultados de los equipos de abajo nos acompañaron, pero nos tenemos que quedar con nosotros, con las sensaciones que transmitimos y con las cosas que hacemos bien y con las que tenemos que mejorar.

El margen es de seis puntos...

Así no estás tan agobiado, pero tendremos que ganar el domingo como sea. Será uno de los partidos más importantes del año. Pondríamos un poco de tierra de por medio. Esperamos dar el nivel y que la gente esté con nosotros.

¿Le parece tan relevante?

Necesitamos ganar para refrendar la buena imagen que hemos estado dando y seguir en una línea positiva. Cuando un equipo viene de perder, es crucial lograr una victoria rápidamente para recuperar las sensaciones, seguir creyendo y no perder el apoyo de la gente.

¿Qué le diría a la afición?

Que esté con nosotros, como siempre, y que se dé cuenta de la importancia que tendrá el partido con el Llagostera para nosotros. Espero que se anime a venir al campo, porque el equipo va a esforzarse por ganar y dar espectáculo.

No se fiará del Llagostera...

Es el mejor equipo de la segunda vuelta. Eso lo dice todo y da una visión de lo difícil que será, aunque no tenga el nombre de otros.

¿Qué valor le da a la posibilidad de pasar la cota de los 40 puntos?

Más que por el efecto que tendría el triunfo en la tabla, queremos ganar para no perder la buena senda en la que estábamos.

También son tres jornadas seguidas sin ganar. ¿Nota algún síntoma de retroceso en el equipo?

Si no consigues ganar, sí sufres un retroceso clasificatorio, pero en cuanto a juego y sensaciones no creo que hayamos hecho menos que en otros partidos. Sí puede ser que nos faltara suerte y acierto, sobre todo en las áreas.

¿La permanencia acabará cayendo por su propio peso?

No, desde luego que no. Vamos a tener que ponerlo todo de nuestra parte conseguirla. El objetivo está bien encaminado, pero vamos a tener que luchar mucho y sufrir para poder alcanzarlo.

¿El descenso es cosa solo de cuatro de los cinco últimos de la tabla?

No lo sé, porque al final se acaba apretando mucho la cosa y, a lo mejor, algunos tienen tendencias positivas, a otros les pasa al contrario y las trayectorias terminan juntándose. Vamos a intentar no meternos en esa pelea. No queremos estar ahí. Para ello habrá que ganar el domingo sea como sea.

¿La salvación determinará el verdadero nivel del Tenerife?

Por nombres puedes tener una plantilla para hacer más cosas, pero si no lo haces es porque no lo mereces y porque otros han sido mejores. Los nombres no ganan partidos, solo los jugadores y, sobre todo, los equipos. Acabemos donde acabemos, será porque nos lo habremos merecido.

¿Ha desgastado mucho al equipo el sprint que ha tenido que dar?

Esta es una Liga muy larga y sí que te acabas desgastando un poco, pero ya tenemos experiencia y sabemos que ahora hay que dar el do de pecho. Confío plenamente en que lo haremos. Mis sensaciones en el campo me dicen que el equipo está haciendo muchas cosas bien.

¿Cuál fue la clave de la reacción?

No lo sé, pero con la llegada de Agné cambió el ambiente alrededor del equipo y eso nos dio mucha más confianza. Encadenar resultados positivos también nos dio tranquilidad. Así acaban saliendo las cualidades de los jugadores; cualidades que nunca perdimos pero que cuesta sacarlas cuando el ambiente está en contra.

¿En qué momento notaron que el ambiente no era favorable?

No estoy seguro. A veces, este es un sitio difícil para jugar. Cuando a la grada no le gusta lo que haces, protesta, y lo hace de manera legítima, pero eso le llega a los jugadores y nos lastra mucho a la hora de atrevernos a hacer ciertas cosas. El míster nos ha animado a que hagamos cosas sensatas, pero que nos atrevamos, que juguemos buscando la portería contraria; y estamos teniendo resultados.

Da la impresión de que usted no acusó tanto la presión externa...

Tengo un poco de experiencia. Creo que cuando las cosas no están bien, se ve realmente cómo son los jugadores. Ahí es cuando hay que sacar la personalidad, querer el balón más que nunca y tirar del equipo hacia delante. Ahí salen de verdad los jugadores comprometidos y los que tiran del equipo, y aquí hay muchos de ellos.

¿Qué habría pasado sin ese compromiso del que habla?

No lo sé, pero este vestuario reaccionó perfectamente. Formamos un grupo de gente comprometida y los chicos jóvenes se dejan llevar por los veteranos, que somos los que ponemos sensatez y sabemos que el secreto está en el trabajo y en hacer lo que nos manda el que sabe, que es el entrenador.

Reconoció antes que el equipo debe mejorar. ¿A qué se refiere?

Dentro de mi parcela puedo mejorar el juego, estar un poco más tensionado en el trabajo defensivo...

¿Su función en el campo ha cambiado en algo con Raúl Agné?

La manera de jugar es diferente. El míster quiere que busquemos más la portería contraria y que lo hagamos con pases más definitivos, y uno intenta adaptarse a todo eso lo mejor y más rápido posible.

Entonces, solo ha variado algo su aportación ofensiva...

El futbolista tiene sus cualidades y, aunque el entrenador te marque otra cosa, no va a perder la naturaleza que tiene. Lo que hay que hacer es explotar esas características y adaptarlas a lo que el técnico te pide. Ahí se nota el buen rendimiento de un futbolista. Estoy intentando mantener mi estilo de ser un jugador de presión, de robo y de despliegue físico, y adaptarme a lo que el entrenador me manda. En ese aspecto, es verdad que he dado un pequeño salto.