En un análisis superficial, un Tenerife-Llagostera de un domingo de abril, con ocho jornadas por delante para que acabe la Liga, no suena a gran cosa. Pero en el vestuario blanquiazul le dan a este partido una alta relevancia. "Es uno de los más importantes de la temporada", dicen. Y no lo hacen solo por llevar al extremo el método de ir "jornada a jornada". En realidad, consideran que este encuentro puede otorgarle al equipo, en el caso de que sea capaz de imponerse, un impulso casi definitivo en su carrera hacia la permanencia.

Con la victoria, el Tenerife no solo superará la cota de los 40 puntos -sumaría 41 y se quedaría a tres triunfos de lograr la cifra que, por estadística, asegura la continuidad en la categoría-, sino que volverá a derrotar a un rival después de tres semanas sin hacerlo, ya que, tras el 2-1 al Osasuna en el Heliodoro, los de Agné empataron con el Barcelona B y el Zaragoza y perdieron en la visita al Alavés. En este tramo sumaron dos puntos de nueve, botín que contrasta con el anterior de once de dieciocho. Y no es que el representativo sienta tan cerca la amenaza del descenso -tiene un margen de 6 puntos-, pero prefiere no correr riesgos.

El mensaje queda remarcado por los capitanes de la plantilla, Suso, Moyano y Aridane. "Necesitamos vencer al Llagostera para acercarnos al objetivo. Sería un gran paso superar los 40 puntos", dijo el primer portavoz. Entretanto, Moyano también puso de relieve la conveniencia de "sobrepasar la barrera de los 40 puntos", porque, de esa manera, el Tenerife "afrontará con más tranquilidad lo que nos resta de temporada y el grupo dará un paso notable para distanciarse de los puestos de abajo". El jienense tiene claro que "no habría nada hecho ni sería definitivo, pero es cierto que se daría un paso importante".

Por su parte, Aridane coincidió con el extremo y el defensa al decir que "si el Tenerife saca adelante el encuentro con el Llagostera, se pondrá en una situación clasificatoria bastante buena".