No hubo demasiado color. El Tegueste consiguió una lógica victoria ante el Unión Sardina, por 12-10, en una luchada que sirvió, oficialmente, como final del XXXIIITrofeo de San Marcos, y extraoficialmente, para decantar al campeón de Canarias de Primera Categoría, puesto que tanto unos como otros se adjudicaron el título en sus respectivos campeonatos insulares (pese a que no están inscritos para la vigente Liga Regional, cosas que pasan en esto de la lucha canaria).
La superioridad de los teguesteros fue manifiesta desde el principio. Tampoco es ningún misterio que los equipos grancanarios (los de la supuesta Superliga) son bastante más débiles en la cola que los tinerfeños.
De ahí que la ventaja llegase a ser hasta de 10-4 para los de Nacho Ramos, que con Rubén Galván (tiró a Néstor Domínguez y a Néstor Quintana); Argeo García, que pudo con Francisco Ramos y el destacado A, Norberto Morales (le dio las dos seguidas) y Mahamadou Cámara (derribó a Santiago Santana y Mahamadou Cámara); le bastó para dejar “solo contra el mundo” al puntal A visitante, Ricardo Rodríguez “Medianito IV”. Entre medias, Juan Jesús Jorge y Raúl Guedes fueron eliminados por amonestaciones.
El palmero fue recibido con una cerrada ovación por la que fuera su afición durante dos temporadas y que guarda un especial recuerdo de sus actuaciones en el Mencey Tegueste.
Rodríguez comenzó su particular intento de remontada, dando en tierra con Rucadén González.
A partir de ahí, tiró sucesivamente a Argeo García, Eusebio Jorge, Mahamadou Cámara y Adrián López (11-9). Todo ello con los parones y descansos correspondientes, para coger aire (las mañas no las pierde el palmero).
El puntal C local, Pedro Hernández, terminó de desgastar a Rodríguez (que lo tiró en la segunda “in extremis); para que su compañero, Óliver Gil, rematase la faena, dándole la primera, y separándose en la segunda.