Veinte años después de conseguir su octava Copa de Europa, el Real Madrid buscará, en casa, finiquitar su particular travesía por el desierto de la frustración de los últimos años y del olvido de los anteriores.

En 1995 y prácticamente en casa, en Zaragoza, el Real Madrid de Joe Arlauckas y Arvidas Sabonis subió a lo más alto del podio. Desde entonces, nada. Aunque dicho así sería injusto para el actual Real Madrid.

Los quince años posteriores al octavo título de los madrileños fueron nefastos porque el equipo desapareció del primer y hasta del segundo plano continental, convirtiéndose en un equipo vulgar.

Pero en los últimos cinco años las cosas han cambiado. El Madrid apareció en la Final Four de Barcelona en 2011 casi de rebote y aunque su presencia en la Ciudad Condal se cerró con dos dolorosas y abultadas derrotas, fue la primera bocanada de aire fresco para un equipo olvidado.

Ahora el Madrid disputará su cuarta fase final en cinco años, habiendo jugado y perdido las dos últimas finales. Regresar nunca fue fácil y el Madrid lo está experimentando en sus propias carnes con especial crudeza.

En baloncesto se dice que una remontada no concluye hasta que el equipo se pone por delante en el marcador y el Madrid no acabará su travesía por el desierto hasta que no vuelva a ganar el título, por mucho que en los últimos tres años haya sido un grandísimo equipo que ha encandilado a los aficionados, y merecido el respeto de todos, por su revolución en el juego.

En Londres 2013 el Madrid pecó de inexperiencia y cayó ante el Olympiacos. En Milán 2014 el equipo de Pablo Laso llegó exhausto tras maravillar a toda Europa con un juego eléctrico, efectivo y efectista, pero que castigó en exceso el físico de los jugadores llegado el momento de la verdad.

Ahora, con otra lección aprendida, el equipo español ha mantenido su competitividad en la Liga y en Europa, no primando el juego preciosista y repartiendo minutos entre más jugadores para llegar con opciones.

Con cambios en la plantilla, la llegada de Gustavo Ayón, Andrés Nocioni, KC Rivers y Facundo Campazzo, y la salida, claro está, de Nikola Mirotic, Tremmell Darden y Dontaye Draper, Laso ha intentado durante toda la temporada nadar y guardar la ropa, es decir, integrar a los nuevos, no perder potencial y ahorrar fuerzas para los momentos importantes. Para estos momentos.

Al igual que el año anterior, el Real Madrid llega a estas fechas con la Supercopa y la Copa del Rey en su haber, con el liderato de la Liga regular asegurado y la posibilidad de conseguir un póquer glorioso, si consiguiera los cuatro títulos.

Las lesiones han amagado en las últimas semanas con los esguinces de tobillo de Jaycee Carroll y Rudy Fernández, sobre todo, aunque también KC Rivers, Ioannis Bourousis y Salah Mejri han tenido problemillas físicos. Pero todos parecen en disposición de jugar.

En lo que no ha mejorado el Madrid es en una de sus carencias seculares, la de tener un pívot dominante. Mejri no cuenta para Laso y Bourousis se ha borrado del equipo en los últimos meses.

La efervescencia del juego de Felipe Reyes y la notable mejoría en la aportación del mexicano Gustavo Ayón han aupado al Real Madrid, que aún así ha sufrido bastante en los últimos partidos en los rebotes defensivos, un aspecto fundamental.

Ahora, en casa y en la Final a cuatro llega la hora de la verdad. La Novena o un nuevo fiasco. Veinte años es demasiado tiempo, sobre todo para el Real Madrid.

- La plantilla del Real Madrid

Nº Jugador Puesto Altura Edad Nac.

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4 KC Rivers Alero 1.96 28 USA

5 Rudy Fernández Alero 1.96 30 ESP

6 Andrés Nocioni Ala-Pívot 2.03 36 ARG

7 Facundo Campazzo Base 1.79 24 ARG

8 Jonas Maciulis Alero 1.98 30 LIT

9 Felipe Reyes Pívot 2.04 35 ESP

13 Sergio Rodríguez Base 1.89 29 ESP

14 Gustavo Ayón Pívot 2.08 30 MEX

20 Jaycee Carroll Escolta 1.88 32 USA

23 Sergio Llull Base-Esc. 1.90 28 ESP

30 Ioannis Bourousis Pívot 2.10 32 GRE

44 Marcus Slaughter Pívot 2.04 30 USA

50 Salah Mejri Pívot 2.17 29 TUN

Entrenador: Pablo Laso (ESP)