El tramo de la trigésima octava jornada de Liga que se jugó ayer aclara el panorama para un Tenerife que esta tarde tendrá que cumplir con su parte. De momento, se le presenta la oportunidad -una más- de alejarse de la zona de descenso. Y de hacerlo de una manera casi definitiva. De hecho, con 12 puntos en juego por delante, si las cosas le van bien dispondrá de un margen de cinco con el decimonoveno clasificado, el Racing, y de seis con el siguiente de la tabla, el Sabadell, al que visitará este miércoles. Los cántabros cayeron en El Molinón y los catalanes fueron capaces de empatar en Butarque. El Osasuna también sumó, en Valladolid, y alcanzó a los tinerfeños en la tabla. Los dos tienen 40, pero no los mismos partidos.

Volviendo al escenario ideal para los blanquiazules, cinco puntos sería una ventaja aparentemente suficiente con vistas a las cuatro últimas fechas de la temporada, en las que el equipo jugará en los campos del Sabadell, Sporting y Numancia, y recibirá al Betis.

Pero todo lo que no sea vencer hoy al Alcorcón prolongará la angustia por sentir cerca la amenaza del descenso, sobre todo porque solo tres días después tocará competir en la casa de un rival directo, el Sabadell, con una distancia que, en el peor de los casos -el de una derrota-, será de solo tres puntos.

Sea como sea, al Tenerife no le conviene alargar la racha de siete encuentros sin superar a los rivales en el marcador. Se trata de una serie que se resume con un balance de 4 puntos de 21 y que, aunque incluye tres empates en casa (Zaragoza, Llagostera y Lugo), no llega a poner en duda la fortaleza del Heliodoro, estadio que resiste desde que el Girona supo conquistarlo el 8 de febrero (0-1), día del debut de Agné en el club.

Lo que sí genera más incertidumbre es la relación del Tenerife con el gol: solo tres a favor en los seis compromisos más recientes y dos de esos tantos marcados a balón parado (córner y penalti).

Se supone que Agné repetirá hoy con la pareja de delanteros formada por Maxi y Diego Ifrán, recuperado del problema físico que sufrió esta semana. El resto del "once" está más o menos claro. Volverán a la alineación Raúl Cámara y Aitor Sanz, que se perdieron la visita a El Sardinero por la acumulación de tarjetas amarillas, inconveniente que ahora deja fuera de la convocatoria a Carlos Ruiz. El puesto del defensa granadino será cubierto por Hugo Álvarez, mientras que Albizua dejará la banda izquierda para regresar al centro de la zaga.

La incógnita está, como casi siempre, en el puesto de interior izquierdo. Esta vez, Juan Carlos podría partir con ventaja, pero no hay que descartar a Cristo Martín.

En definitiva, respecto al choque en Santander, retornarían Raúl Cámara, Aitor y Juan Carlos o Cristo, y saldrían Igor Arnáez, Carlos Ruiz y Cristo Díaz; en los dos últimos casos, con total seguridad, porque uno está sancionado y el otro no entró en una convocatoria que incluye a todos los profesionales disponibles -la única baja por lesión es la de Íker Guarrotxena- y a los jugadores del filial Jorge y Omar.

Enfrente, un Alcorcón que, con 50 puntos, ya no mira la parte baja de la clasificación y sí lo hace, con alguna esperanza, hacia el puesto de promoción que sigue abierto y que tiene a solo seis puntos.

Los madrileños se presentarán en el Rodríguez López con la confianza que les da racha que llevan de cinco semanas sin perder (tres empates y, en las dos últimas jornadas, dos victorias), la solvencia defensiva, pues acumulan 470 minutos sin recibir goles, y la presencia en su plantilla del tercer máximo anotador de la Liga, David Rodríguez (20 dianas), futbolista que quiso fichar el Tenerife el pasado verano. No obstante, José Bordalás tampoco las tiene todas consigo, pues pierde por sanción a sus dos laterales habitualmente titulares, Djené y el exblanquiazul Carlos Bellvís. Estas bajas se unen a las de Mikel Iribas y Rubén Sanz, que están lesionados.