Alberto Contador subió al podio de Milán para celebrar su primer doblete en el Giro de Italia, un título que le permite encaramarse al primer peldaño de un sueño que tiene fijada otra cita, el Tour de Francia, su segundo reto declarado para esta temporada.

El madrileño, a sus 32 años y con la fecha de caducidad profesional marcada para 2016, ya tiene 7 grandes pruebas en su palmarés. Es el único español que posee los tres monumentos por etapas en su palmarés, hazaña que sólo han conseguido los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, los italianos Felice Gimondi y Vincenzo Nibali, y el belga Eddy Merckx.

En el palmarés de toda la historia solo le superan en grandes título tres mitos: el "Caníbal" Eddy Merckx, con 11, el "Caimán" Hinault y el "Maestro" Anquetil, con 10 y 8 respectivamente. Y eso que una sanción por dopaje le restó a Contador el Tour 2010 y el Giro 2011.

Pero otra cosa es ganar las tres en una temporada, y Contador, un "pistolero" desafiante, quiere ser el primero en conseguirlo. Pretende el más difícil todavía.

¿Podría intentarlo en 2015?. Surge el debate, pero aún debe ganar el Tour de Francia, donde le esperan los rivales de la "Champions" del ciclismo mundial, que no son otros que el colombiano Nairo Quintana, el británico Chris Froome y el italiano Vincenzo Nibali. Todos han visto por televisión la superioridad del madrileño en la carrera rosa.

Con el Giro en el bolsillo, si el pinteño llega de amarillo a París el próximo 26 de julio, podría dar por terminada la temporada con el doblete en sus vitrinas. Pero, ¿renunciaría a la Vuelta a un solo paso de la mayor de las hazañas?. En el mismo debate no son pocos los votos a favor de que lo intentaría. Sería como ese tenista que ha ganado tres Grand Slams y busca el cuarto.

De momento, el jefe de filas del Tinkoff-Saxo es el último en hacer un doblete, el de 2008 con Giro y Vuelta; y aspira a igualar el Giro-Tour del italiano Marco Pantani en 1998. Más lejos quedan los que logró Miguel Indurain en Italia y Francia en 1992 y 93. En total, siete ciclistas han logrado el objetivo que ha espoleado a Contador para 2015.

Aunque la penúltima etapa mostró su lado más "humano", con la crisis en Finestre, Contador ha brillado en el Giro con autoridad, clase, fuerza y experiencia. "Soy un corredor de vueltas", recordó. Desde la quinta etapa en Abetone se vistió de rosa para no ceder la "maglia" hasta Milán, con excepción de un día intrascendente.

Entre medias, unas cuantas exhibiciones como la de la contrarreloj de 60 kilómetros, la remontada en el Mortirolo y su "cronoescalada" en Monte Ologno. También ha sorteado unos cuantos obstáculos, como no podía ser de otra forma para un corredor habituado a los contratiempos.

Caídas y averías no han faltado en el camino de rosas del madrileño, que hasta se vio investigado por la UCI por si su bicicleta llevaba oculto un motor.

Importante victoria antes de tomarse un mes de descanso para afrontar el Tour a partir del 4 de julio. En Utrecht (Holanda) le espera el segundo examen. Un ejercicio más serio y difícil. Sin promesas como el italiano Fabio Aru -segundo en este Giro- ni revelaciones como Mikel Landa -tercero-. Ahora hablamos de primeros espadas.

El Tour 2015, con la mejor nómina posible de aspirantes, tendrá que despejar muchas incógnitas pendientes. En 2014 no estuvo Nairo Quintana, y tanto Froome como Contador se cayeron demasiado pronto. Solo Nibali se mantuvo en pie para dominar con poderío.

La afición quiere ver si Quintana se confirma como el ciclista del futuro inmediato, si Froome es capaz de volver a ser el que ganó el Tour en 2013, si Nibali puede repetir éxito frente a la alta jerarquía, y sobre todo, si Contador puede repetir la exhibición del Giro. En caso afirmativo, se acercará la Vuelta.