La dimisión inesperada de Joseph Blatter, presidente de la FIFA hasta este martes, cuando anunció ante los medios de comunicación su renuncia al cargo, desató una cascada de reacciones en el mundo del fútbol con una amplia mayoría de aplausos por su marcha.

Luis Figo, que una semana antes de las últimas elecciones retiró su candidatura a la presidencia que reeditó Blatter, dijo en las redes sociales que el día de ayer fue "bueno para la FIFA y para el fútbol".

El ex futbolista portugués, que no confirmó si volverá intentar alcanzar la presidencia, incidió en que el cambio "por fin" llegó al fútbol y pidió soluciones "consensuadas" para cambiar la principal institución de este deporte y se inicie una nueva etapa de "dinamismo, transparencia y democracia en la FIFA"

"Estoy disponible para contribuir para un fútbol más transparente y democrático, pero depende de las oportunidades, del momento y de los apoyos", finalizó.

Otro ex futbolista, el actual presidente de la UEFA, Michel Platini, fue más escueto y en una sola línea que escribió en su cuenta personal de Twitter, declaró que la decisión de Blatter fue "difícil, valiente y correcta".

Precisamente, Nöel Le Graët, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), se mostró partidario de que el sucesor de Blatter sea el propio Platini. Además indicó que podría abrirse una nueva era en el mundo del fútbol.

"Su salida permite volver a empezar sobre una nueva base. Platini sigue siendo mi preferido. No puedo ponerme en su lugar, pero pienso que si Europa debe presentar a un candidato, solo puede ser Michel", apuntó.

También desde Francia habló Philippe Piat, presidente del Sindicato Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) y de la Unión Nacional de Futbolistas Profesionales (UNFP), que explicó que la salida de Blatter "es una buena noticia para la FIFA y para el fútbol".

"Era el camino que había que tomar y lo ha tomado. Es sorprendente teniendo en cuenta el plazo entre su elección y su dimisión. Creo que ha logrado lo que quería: la confianza de sus electores. Y después de eso, se va mostrando que es su propia decisión. De no haberse ido habría sido difícil poner en marcha cualquier reforma", añadió.

Por su parte Wolffgang Nierbach, presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFP) calificó la renuncia como "absolutamente correcta" y dijo que es "realmente trágico" que no hubiera decidido hacerlo antes.

Su compatriota Franz Beckenbauer, ex futbolista y ex entrenador de la selección alemana de fútbol, aportó en el diario Bild un mensaje similar al de Nierbach:

"Ha sido una decisión razonable de Joseph Blatter. La presión era demasiado grande. Nunca hubiese recuperado la tranquilidad, independientemente de que el tuviese parte de culpa en los escándalos o no. El problema de la FIFA está en su sistema", afirmó.

En Inglaterra también aplaudieron la marcha de Blatter. Greg Dyke, presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), calificó como "fantástica" la decisión del ya ex presidente de la FIFA e indicó que se inicia "algo nuevo" en el fútbol.

"Algo de lo que ocurrió la semana pasada ha provocado que Blatter dimita. Ha dimitido. Se ha ido. Vamos a celebrarlo, Se abre una oportunidad para arreglar la FIFA", aseguró.

"Podemos volver a mirar esos dos Mundiales. Si yo fuera Catar, ahora mismo no me sentiría muy cómodo", dijo Dyke, en referencia a las Copas del Mundo que está previsto celebrar en Rusia en 2018 y en Catar en 2022, cuyas candidaturas se han visto envueltas en sospechas sobre corrupción", culminó en declaraciones recogidas por el diario "The Guardian".

John Whittingdale, ministro británico de Cultura, Medios de comunicación y Deportes, también lo celebró y dio la "bienvenida" a una renuncia que considera que llega "con demasiado retraso".

Romario da Souza, ex futbolista y senador brasileño, habló sobre el escándalo que hace una semana contaminó las elecciones del pasado viernes y en las que salió reelegido Joseph Blatter.

"La prisión de varios dirigentes en la última semana hizo que se disparase la mayor crisis enfrentada por la FIFA, y Blatter, que hasta entonces decía no tener nada que ver con las investigaciones, no soportó una semana de presión", manifestó.

"La crisis supone una óptima oportunidad para hacer una limpieza efectiva. Todos los gestores corruptos de las confederaciones, alrededor del mundo, sentirán su caída (la de Blatter) como un tsunami. En las últimas décadas, la FIFA se transformó en una máquina de ganar dinero. Interés que se situó por encima de la misión del fútbol de unir a los pueblos", concluyó.