Miguel Concepción, presidente del CD Tenerife, ha dado un giro de 360 grados para afrontar la próxima temporada. Después de estar casi decidido a dar paso a Sesé Rivero en la dirección deportivo y apostar por un entrenador de la casa, volvió al punto de origen y se decantó por mantener en sus puestos a Alfonso Serrano y Raúl Agné. Ayer defendió, sin la convicción de otras ocasiones, su decisión. "La renovación de Raúl Agné es totalmente merecida, ya que cumplió con el objetivo marcado cuando llegó a la Isla. Hablamos de un técnico comprometido, que trabaja de manera metódica y ordenada, con mucho rigor. Esperamos mucho de él la próxima temporada", dijo para defender la continuidad del profesional de Mequinenza en el banquillo.

Para defender a su director deportivo tiró de historial. "Alfonso Serrano es un gran profesional, algo que ha demostrado aquí y en otros clubes", dijo. Lo hizo justo después de pronunciar una frase no tan afortunada: "Hemos decidido no cesarle". Vamos, que la idea le rondó la cabeza. Pesó más el número de aciertos, "que están ahí, aunque también haya cometido errores". Por eso, aseguró esperar del vallisoletano "muchas cosas la próxima campaña" porque cuenta con la "total confianza" del presidente.

No hubo demasiada autocrítica en la comparecencia presidencial, aunque sí reconoció que la Comisión Deportiva constituida hace un año no tuvo "los resultados esperados". De ahí que la idea cambie para el próximo curso. "Habrá una total colaboración y se consensuará el trabajo, por supuesto que con la opinión de Raúl Agné, además de la aportación de Sesé Rivero", adelantó, "si bien el secretario técnico será el que tenga la responsabilidad de cerrar la plantilla".

El objetivo será construir un Tenerife "que salga a competir, con buen juego, vertical y con gol". Sin fijar un objetivo claro, sí deseó que se pueda "mirar para arriba", una expresión que se atrevió a proponer como futuro eslogan de la campaña de abonos. Tratando de transmitir optimismo, vaticinó "una gran temporada".