Numancia y Tenerife no aburrieron en el partido que sirvió para echar el cierre de la temporada 14-15 en Segunda División A. Nada había en juego, pero hay dos formas de afrontar este tipo de enfrentamientos: como un trámite que estás deseando acabar desde el minuto 1 o como una oportunidad para entretener. Y eso hicieron con seis goles y alternativas en el marcador. No fue un día brillante para el funcionamiento defensivo de ambos porque la tensión competitiva no daba para eso, pero sí para reducir los bostezos entre asistentes a Los Pajaritos y telespesctadores. Agné alineó un once muy distinto al habitual, en el que tuvieron presencia pocos titulares (Javi Moyano y Aitor Sanz) y alguno de ellos (Carlos Ruiz) hasta jugó fuera de su posición. La decisión del técnico de innovar con el granadino por delante de la defensa dejó sin su oportunidad a Quique Rivero. La misma que sí tuvieron otros como Jorge, Arnáez o Aridane, habituales suplentes en esta segunda vuelta del Campeonato. Pronto se vio claro que el partido era de postemporada. Con los deberes hechos, las precauciones defensivas se quedaron en el armario y los dos quisieron jugar al fútbol para dar una alegría a sus seguidores antes de las vacaciones. En este aspecto, parecía más apretado el Numancia. Y es que sus dos comparecencias anteriores como local se saldaron con derrota. La razón, una falta de tensión que tampoco superaron ante los insulares. Las primeras aproximaciones fueron visitantes. Y el primer remate, también. De hecho, acabó en gol porque Aridane no perdonó un centro de Omar Perdomo desde la banda derecha al corazón del área (14''). Dos minutos más tarde, Carlos Ruiz remató alto después de recibir de Arnáez solo dentro del área. Los pitos afloraron entre los supervivientes a una temporada sin pena ni gloria en Los Pajaritos. Las miradas al banquillo, donde se despedía Juan Antonio Anquela, resultaron esclarecedoras. Toca cambio en Soria. Solo en acciones individuales pudo inquietar el Numancia. Fue Vicente el primero en probar a Roberto, que tapó su remate con prestancia (23''). Dos minutos más tarde, Aridane estrelló un balón en el larguero demostrando que la iniciativa y la claridad llegaban de lado tinerfeño. Maxi Pérez también tuvo una oportunidad para aumentar la ventaja, pero cruzó demasiado ante Munir (41''). Todo parecía indicar que el Tenerife se iría al descanso con ventaja, pero lo impidió la calidad de Julio Álvarez. Dispuso de una falta directa, perfecta para el perfil diestro, y que ejecutó con la maestría habitual (45''). Roberto, que hizo la estatua, no tenía opción. Tras el receso cambió el encuentro. Fue entonces el Numancia el que le metió algo más de intensidad al asunto. No tanta como su técnico en la banda, pero sí la suficiente para ponerse por delante en el marcador. Fue a balón parado, en un córner, que remató Regalón ante la escasa oposición defensiva insular (52''). Cicinho pudo ampliar la renta en una acción personal (56'') antes de que el Tenerife se desperezara. Había perdido el centro del campo y, como la posesión fue soriana durante casi toda la segunda mitad, adoptó el plan B: refugiarse en el contraataque. Emergió entonces la figura de Juan Carlos Real que, con el cansancio local y los espacios generados como consecuencia de ello, lució y mucho. En dos minutos protagonizó la remontada. Primero sacó un córner que remató Carlos Ruiz (62''). Luego, culminó una jugada trenzada a partir de la banda izquierda y convirtió en gol la asistencia de Ifrán (63''). Otro partido igual hubiera recibido un golpe certero y casi defintivo con estos dos goles. Pero no el de ayer. La ventaja le duró solo tres minutos a la escuadra visitante, puesto que Arias López se sacó de la manga un penalti inexistente sobre Natalio. Debió ver un agarrón de Hugo Álvarez, pero fue un piscinazo del exblanquiazul. Era la tercera acción de la que se quejaban los visitantes (antes un penalti sobre Maxi en la primera mitad y un gol anulado a Ifrán). Julio Álvarez anotó desde los once metros el 3-3 (66''). Todavía pudo haber más goles. Jorge cabeceó al larguero (68''), el Numancia desperdició tres remates dentro del área (75'') e Ifrán remato alto casi al final (92'').