Miguel Concepción repasó, en una entrevista ofrecida a Canal4 Televisión, la temporada recientemente finalizada y también compartió algunas claves del curso venidero, el que coincidirá con su despedida como presidente del Tenerife.

El dirigente fue autocrítico. "No ha sido una temporada para encuadernar", confesó. "Se dieron muchos factores y muchos errores. Y aunque fueron otros los que tomaron las decisiones, el presidente fue quien los eligió para estar ahí y asumo mi responsabilidad".

El empresario recordó cómo funcionó la desaparecida comisión deportiva. "Serrano no decidía. Lo hacía Cervera. Serrano ofrecía lo que había en el mercado y Álvaro tenía la última palabra", explicó. Respecto al técnico, habló de las causas de su despido. "Hizo una buena labor, pero aquí hay una gran masa de información y de prensa, y hay que saber aguantar la crítica. Me da que a Cervera le afectó en un momento dado. Al ver que su estado de ánimo podía perjudicar a la plantilla, tomé la decisión". En cualquier caso, admitió que "los jugadores estuvieron con Álvaro al cien por cien hasta el final".

Pasando al nuevo proyecto, quiso dejar claro que "está prohibido equivocarse" con unos fichajes que no deberán "taponar lo que viene desde abajo, desde la cantera". En este sentido, advirtió de que el Tenerife "no va a fichar por fichar", y cuando lo haga, mirará primero lo que tiene más cerca. "Traeremos de fuera lo que no consigamos en Canarias, y siempre con la perspectiva de mejorar". Todo, con tal de "mirar para arriba, porque ya está bien de mirar hacia abajo y de sufrir". Para ello será imprescindible tener acierto en la configuración de la plantilla, tal como reconoció Concepción. "A ver si damos la campanada y acertamos en casi todo", manifestó.

Por otra parte, indicó que la junta de accionistas en la que se procederá al cambio del consejo de administración se celebrará entre febrero y junio de 2016. Asimismo, se mostró convencido de que Pier Cherubino no será el único candidato a tomar su relevo. "Me consta que hay varios candidatos, y eso es bueno. Hay más personas que no se han postulado. Creen que no es el momento de decirlo".

Concepción dará un paso al costado dejando el club "prácticamente saneado", después de reducir la deuda inicial, de 54 millones de euros, para llevarla, según los datos actuales, a menos de 19 millones.

En el plano deportivo, tiene clara cuál sería la despedida perfecta. "Me gustaría que este equipo estuviera en Primera, pero eso no se hace con un chasquido", señaló para añadir que "el mayor regalo" que se podría hacer a sí mismo y a la afición sería "un ascenso" antes de abandonar la presidencia.

En cuanto a los cánticos pidiendo su dimisión que se escucharon en el Heliodoro en algunas fases de la temporada 2014/15, advirtió de que nunca le hicieron plantearse adelantar su salida del Tenerife. "Pienso que están equivocados. Y no me afecta, no dejo de dormir por esos cánticos", recalcó. "Son grupitos de 30 o 40 personas que, hasta cierto punto, están teledirigidos. Pero no nos importa. Se expresan. Es una manera de divertirse. Yo me debo a la mayoría social. Mal presidente sería si estos grupos me dirigieran a mí".

Entre otras cosas, expresó sus "mejores deseos" para la UD Las Palmas en la promoción de ascenso. "Y si no sube, nos veremos las caras la próxima Liga". Además, avanzó que el homenaje del club a Javier Pérez está programado para el mes de septiembre.