Miguel Cid dejará de ser entrenador del CD Mensajero el próximo 30 de junio y su lugar en el banquillo del club rojinegro será ocupado, casi con total seguridad, por el grancanario Víctor Afonso, exjugador de Las Palmas y exentrenador de su equipo filial.

Dos dirigentes del club rojinegro, el presidente y el vicepresidente, se reunieron ayer con Miguel Cid para explicarle la decisión de prescindir de sus servicios. El Mensajero quiere apostar por un entrenador experto en la categoría de bronce y que puede tener dedicación exclusiva. Cid les expresó a los directivos su predisposición a buscar una fórmula intermedia en su trabajo, una excedencia, para cumplir con este último requisito, pero los dirigentes le comunicaron que la decisión de cambiar de técnico estaba tomada. El propio Miguel Cid dijo ayer a EL DÍA que entendía, sin compartir, la decisión del club y que, en cierto modo, la esperaba, porque durante los festejos por el ascenso nadie tuvo un gesto a favor de su continuidad. "La gente decía en La Palma que yo no iba a seguir, o sea, que no me ha sorprendido. No me voy desilusionado, vine a hacer mi trabajo y logramos el ascenso", añadió el técnico gallego, quien resignado acepta que "así es el fútbol. Estaré en casa y si no aparece ningún equipo, descansaré esta temporada".

La estrategia del Mensajero, que pensó como prioridad en Fabián Rivero si no seguía con Raúl Agné en el Tenerife, es que la presencia de Víctor Afonso propicie cesiones de jugadores por parte de la UD Las Palmas, aunque para que el club amarillo acceda a dar salida a los futbolistas que quiere el "Mensa", primero deben conocer si su primer equipo jugará en Primera División o seguirá en Segunda.