La historia es pertinaz y constata que el que gana el primer partido de la serie final se alza con el título, al menos en el 93,5 por ciento de los casos, en 29 de 31 ocasiones, lo que aúpa las posibilidades del Real Madrid y demoniza las del Barça.

Pero la estadística, aunque importante, no lo es todo en el baloncesto y el Barcelona cuenta con una plantilla capaz de dar la vuelta a cualquier situación.

Hace un año la situación fue a la inversa y el equipo azulgrana se impuso en el feudo madridista a las primeras de cambio, por 93-98, y se acabó anotando el triunfo final.

Las secuelas del primer choque, más allá del 78-72 final y del 1-0 para los capitalinos, se traducen en Juan Carlos Navarro y en el mexicano Gustavo Ayón que aparecen en el capítulo de dudas para el segundo partido, ambos por sendas fascitis plantares. El capitán azulgrana parece más difícil que pueda ayudar a su equipo, pero este tipo de lesiones son muy ambiguas y todo puede cambiar en cuestión de horas.

El resto de protagonistas tiene golpes y cansancio acumulado pero nada que impida que acudan a la próxima batalla de este domingo.

El primer partido fue académico. En todos los sentidos. Con los dos equipos atrincherados en su defensa, impidiendo las contras y con golpes de mano en ataque. El Madrid salió vencedor y el Barcelona deberá mover ficha para intentar cambiar la suerte del segundo partido.

Las diferencias son escasas, aunque los tres títulos del Madrid de esta temporada (Supercopa Copa del Rey y Euroliga) parecen darle alas en los momentos delicados, en la misma proporción que lastran las fuerzas de un Barcelona consciente de que está ante su última oportunidad de salvar una campaña aciaga y frustrante.

Después de más de setenta partidos oficiales y en el que será el octavo enfrentamiento entre ambos equipos en la temporada, la capacidad de sorpresa por parte de alguno no parece fundamental, aunque siempre puede haber algún conejo en un pliegue interior de la chistera de dos técnicos, Pablo Laso y Xavi Pascual, curtidos en mil y una ocasiones parecidas.

Las rachas de acierto en el tiro y el momento en que se produzcan pueden volver a ser fundamentales. El Madrid ganó gracias a tres triples seguidos en el final del primer cuarto (''Chacho'' Rodríguez, Rudy Fernández y ''Chapu'' Nocioni), que le permitieron mandar en el marcador el resto del partido, mientras que cuatro triples sin fallo de Mario Hezonja, en el tercer y cuarto periodos, sólo sirvieron para meter miedo al rival.

El Madrid también ganó en la lucha bajo los aros, pese a la teórica superioridad azulgrana, con un Ante Tomic que apenas apareció. Y la defensa de Rudy ante Hezonja en los últimos minutos fue fundamental.

El marcador comienza a cero y nuevos protagonistas saltarán a la primera línea. El 1-0 aúpa al Madrid y demoniza al Barça, pero todo puede cambiar en cuarenta minutos de juego. Con el 2-0 el Madrid viajaría a Barcelona con el factor cancha consolidado y con la red de tener asegurado el hipotético quinto y definitivo partido en su campo. Con el 1-1, el Barcelona daría un paso de gigante para intentar revalidar el título. Es tiempo de ''playoff''.