Se ha convertido casi en una costumbre que el Tenerife debute en la Copa del Rey en campo contrario. La Real Federación Española de Fútbol realizó ayer el sorteo de las dos primeras rondas de esta competición y el bombo "quiso" que el rival de la escuadra blanquiazul sea el Leganés. Al igual que en los últimos años, y ya van siete seguidos, los tinerfeños se estrenarán fuera de casa; esta vez, en el estadio de Butarque. Será el miércoles 9 de septiembre, en la segunda eliminatoria del torneo y a partido único.

Los caprichos del azar y lo mal que se le da al Tenerife el torneo del KO -lleva seis ediciones cayendo a la primera- han provocado que el Heliodoro haya sido el escenario de solo un duelo copero en las seis últimas campañas, el de la vuelta del enfrentamiento con el Celta del curso 2009/10, en el que el representativo entró directamente en los dieciseisavos de final por ser un club de Primera. Esa "ventaja" no le sirvió para superar al conjunto vigués, que se impuso en el campo de Balaídos y, el 10 de noviembre de 2009, también en el Rodríguez López (0-1).

Para encontrar una primera toma de contacto del Tenerife con la Copa en el recinto santacrucero hay que remontarse al ejercicio 08/09, el del último ascenso a la máxima categoría. Los de José Luis Oltra se midieron con el Córdoba en la segunda ronda y vencieron por 2-1, con dos goles de Alfaro, el 3 de septiembre de 2008. En el emparejamiento siguiente, con el Elche como local, el equipo tinerfeño no tuvo suerte y se quedó fuera en la tanda de penaltis.

A continuación, el Tenerife siempre debutó a domicilio, empezando por la mencionada visita a Balaídos y siguiendo con otra derrota en el Martínez Valero, en la temporada 2010/11 (4-1), y más decepciones ante el Cerceda (2011/12), Alcoyano (2o12/13), Éibar (2012/14) y Girona (14/15).

En esta ocasión, el conjunto de Agné tratará, al menos, de pasar de ronda conquistando Butarque. El desafío está marcado entre los compromisos de Liga frente al Huesca, en El Alcoraz, y Real Oviedo, en el Rodríguez López.

Si consigue su propósito, el Tenerife se clasificará para la tercera ronda, cuyo sorteo se llevará a cabo el 11 de septiembre. En uno de los bombos se incluirá a los vencedores de los diez duelos entre los veinte equipos de Segunda División emparejados en la fase anterior y se añadirá al Zaragoza, que quedó exento. Al formar un número impar, la RFEF sacará a uno de los clubes, que accederá directamente a los dieciseisavos de final junto a los supervivientes de la tercera fase, que se celebrará el 14 de octubre a partido único. Para tener enfrente a un adversario de Primera, el Tenerife tendrá que llegar a los dieciseisavos de final (2 y 26 de diciembre).