Después de jugar cedido en cuatro equipos las tres últimas temporadas (Guijuelo, Noja, Leganés y La Roda), Abel Suárez (Puerto del Rosario, 11-4-91) regresa al Tenerife, con el que participó en 15 partidos oficiales, como si de un fichaje más se tratara y la promesa de Alfonso Serrano de que tendrá un sitio en la primera plantilla 2015/2016.

¿Cómo va la pretemporada?

Estoy contento por estar otra vez en el Tenerife. Estamos cogiendo sensaciones para arrancar de la mejor forma posible la temporada.

¿Es un verano distinto?

Todas las pretemporadas son parecidas, al menos en el comienzo. Te ocupas de coger el tono físico adecuado y preparar la musculatura para la Liga, aunque es cierto que cada entrenador tiene su método y, en ese sentido, esta pretemporada sí es un poco distinta. Raúl Agné tiene una manera de trabajar muy buena y los nuevos estamos adaptándonos a sus ideas.

¿Ha conectado con el técnico?

Así es. A los que hemos llegado nuevos nos está explicando cada detalle. A partir de ahí, espero tener muchos minutos en la Liga. Para eso vine. A ver si tengo esa suerte.

¿Ya se cree eso de que ha vuelto para quedarse o tiene dudas?

No tengo ninguna duda. Vine con la confianza de Alfonso (Serrano) y del míster, y espero devolvérsela en el campo y demostrar que puedo tener un sitio en esta plantilla.

¿Este es su momento?

Siempre me he sentido preparado para estar, pero no pude por unas cosas o por otras. Espero que ahora, que soy jugador del primer equipo, sí tenga oportunidades.

Le toca abrirse un hueco en uno de los puestos con más competencia de la plantilla.

La competencia es alta, pero nunca sabes lo que puede pasar en una temporada. La Segunda División es muy larga y estoy preparado para disputarle el puesto a los compañeros. Para eso también he venido.

Estar con Vitolo, Ricardo y Aitor también tendrá su lado bueno.

Sí. Intento aprender de cada uno de mis compañeros. Se trata de formar un buen grupo y de completar una temporada ilusionante.

Le pregunto por uno. Por ejemplo, ¿en qué se fija de Vitolo?

Todos sabemos que tiene una amplia experiencia en el fútbol y que aporta mucho en el campo. Me suelo fijar en lo que hace en los entrenamientos para coger las muchas cosas buenas que tiene y poder adaptarlas luego a mi juego.

¿Todos los centrocampistas son diferentes y complementarios?

Puede ser. Somos distintos. Cada uno tiene sus virtudes y sus defectos. La cuestión es que uno cubra los defectos de otro, y al revés. Lo ideal es crear un buen bloque.

¿Está preparado para todo, incluso para asumir un papel en el equipo que no sea protagonista?

No sé cuál será mi papel. Solo puedo decir que trabajo día a día. Ya se verá qué pasa más adelante.

Lo digo por la condición de teóricos titulares con la que parten, sobre todo, Vitolo y Aitor Sanz.

Pues yo trabajo para ganarme la confianza del míster. Las alineaciones las hace el entrenador y no la gente.

¿El público notará diferencias en su juego cuando lo vea sobre el campo respecto a la versión que ofreció hace tres o cuatro años?

Llevo casi cien partidos en Segunda B y supongo que habré mejorado en algo. Espero demostrarlo en Segunda División. Creo que estoy preparado para hacerlo.

¿Ahora es algo más que un centrocampista defensivo?

Sí. Estoy más preparado en todos los sentidos. Por ejemplo, acabo mejor los partidos. Ahora tiro las faltas y los córners, porque lo hice en La Roda. Soy un jugador más completo que antes de irme, y espero demostrarlo con oportunidades y, sobre todo, con muchas ganas.

Tenía un perfil ofensivo oculto.

Puede ser. En estos años me he destapado, pues marqué siete goles. Es una buena cifra para un mediocentro. Ahora piso más el área y estoy más cerca de la portería.

Entonces, ¿lo dejamos en que ahora es un "todoterreno"?

No. Simplemente estoy en el campo para ayudar al equipo. Cuanto toca defender, lo hago. Y si hay que atacar, lo intento hacer de la mejor forma posible. No me considero ni defensivo ni ofensivo.

Se supone que es una ventaja.

No sé si es una ventaja o un inconveniente. Solo sé que quiero agradar al entrenador y jugar la mayor cantidad posible de minutos.

¿Llegó a pensar alguna vez que no iba a volver al Tenerife?

No. Simplemente, se dieron circunstancias para que no me quedara aquí; por ejemplo, porque los entrenadores prefirieron a otros compañeros. Pero siempre he tenido contrato en vigor y no perdí la esperanza de jugar aquí. Si no, habría rescindido para marcharme a otro equipo.

¿Se arrepiente de haber enlazado tantas cesiones?

No me he parado a pensar en eso. Me vino de esa manera y afronté esos retos con muchas ganas. Me quedo con que esas cesiones me han servido para tener un sitio en la primera plantilla del Tenerife. En consecuencia, no me arrepiento.

¿Tiene la sensación de que supo aprovechar esa etapa?

Reconozco que la cesión al Noja (13/14) fue la menos productiva, porque me tuve que ir en la mitad de la temporada, pero lo hice para incorporarme al Leganés, con el que viví el ascenso a Segunda. Luego, en La Roda jugué 35 partidos la Liga pasada.

Para usted, lo de salir de casa tampoco fue algo nuevo. Incluso pasó un año en el Villarreal...

En realidad, siempre he estado fuera de casa, porque soy de Fuerteventura y he vivido solo en Tenerife, donde llevo 9 años. Esas vivencias te hacen madurar.

¿Llegó a sentirse poco valorado por el Tenerife?

No, nunca. Cada vez que me cedían, me renovaban el contrato un año más. Eso demuestra que seguían confiando en mí y que querían que madurara fuera para que regresara siendo mejor futbolista.

¿Diría que en el club al que pertenece apuesta por la cantera?

De veintitantos jugadores en la plantilla, somos unos dieciocho de la casa. Solo hay que mirar eso.

Cuando piensa en la Liga 15/16, ¿qué presentimiento tiene?

Todos sabemos que el Tenerife sufrió mucho la temporada pasada. Ahora queremos tener una campaña un poco más tranquila para que los aficionados asistan al estadio sin tanta angustia y, por qué no, para que nosotros también podamos disfrutar en el campo, porque durante la Liga anterior se notó que el equipo no tuvo la frescura del año del ascenso a Segunda División o incluso del año posterior, en esa categoría.

¿Qué sensaciones percibe?

Buenas, pero si el balón no quiere entrar, todo se vuelve en tu contra. Por ahora tenemos sensaciones positivas. A ver qué tal nos va en el partido amistoso con el Sporting. Hay que pensar en el día a día.

Por lo pronto, el Tenerife tiene pinta de que será muy físico.

Sí. Al míster le gusta que sus equipos sean intensos y que vayan a presionar a los rivales. Estamos cogiendo la forma para estar bien de piernas y hacer ese tipo de juego.

¿Es lo mínimo para Segunda?

Claro. Es que en esta categoría hay mucha igualdad. Muchos partidos se resuelven por una simple falta o por un saque de esquina. Por eso, cuanto más preparado estés, mucho mejor. Hay que saber desenvolverse en todas las situaciones: en los partidos trabados, en los que tienes que jugar al toque... Estamos trabajando para poder adaptarnos a lo que nos encontremos en cada jornada.

Eso lleva al propósito común de iniciar la Liga con buen pie. Es casi una obsesión en la plantilla.

Estamos con muchas ganas de empezar bien la temporada, y también de agradar a la afición en los partidos de pretemporada. Queremos enganchar a la gente.