Aitor Sanz tiene la intuición de que la temporada 15/16 será "interesante" para el Tenerife. Sin situar metas más allá de las que llegarán cada fin de semana a modo de partidos, reconoce que a su equipo le vendrá bien "ir de tapado" en la Liga.

¿Cómo está resultando la pretemporada? Usted empezó un poco más tarde que sus compañeros, pero no parece que se esté quedando atrás en nada.

Estoy intentando coger el tono físico lo antes posible y consolidar un poco más las ideas del míster. Los que estuvimos la temporada pasada con él tenemos un tramo bastante avanzado en ese trabajo.

¿Les sirve esa base?

Sí, es una ventaja. Ahí hemos dado un paso importante, porque casi todos tenemos asimilada la idea de juego que quiere el entrenador. A ver si la podemos poner en práctica de la mejor manera posible y somos eficaces. La cuestión es que los nuevos compañeros también vayan cogiendo la idea poco a poco.

Se supone que Raúl Agné no pudo llegar tan lejos la Liga pasada por las urgencias de la competición. ¿Logrará que el nuevo Tenerife lleve definitivamente su sello?

Hay algunas cosas que, quizás, no pudo inculcarnos por esa urgencia con la que llegó al club. Necesitaba sacar resultados lo antes posible y, seguramente, no pudo concretar algunos aspectos del juego en ese momento, porque nos habrían llevado más tiempo para asimilarlos bien. Pero ahora, con la pretemporada por delante y la llegada a la plantilla de jugadores con un perfil que se adapta más a su manera de trabajar y de jugar, pienso que se verá algún cambio y alguna novedad en el equipo.

¿En qué cree que mejorará?

A lo mejor podemos insistir más en la salida del balón, en hacerla más limpia, dentro de lo posible, pero sin perder la idea de ser verticales y buscar la portería contraria. Puede ser una temporada bonita para el espectador por la manera de jugar que queremos plantear.

Si Aitor dice que será una temporada bonita para la afición...

Desde luego, la intención es esa. Tampoco es que el míster esté buscando un fútbol de posesión como el del Barcelona. La idea no es esa.

Pero a él le gusta ese estilo.

Quiere tratar bien el balón, pero tiene la idea de ser mucho más vertical para buscar la portería contraria. Esa es la manera de jugar que buscamos, siempre intentando tener la posesión y ser dominadores del juego, aunque sabemos que en esta Liga hay muchísimos tramos y equipos que te obligan a jugar a otra cosa y, a lo mejor, te conviene estar un poco más replegado y buscar contragolpes. La cuestión es saber dominar el espectro más amplio de las facetas del juego para adaptarnos a lo que necesite el equipo y lo que pida el partido.

El Tenerife se acercó a ese modelo la temporada pasada...

Queremos ser protagonistas, sobre todo en casa, y llevar la iniciativa del juego. Si por lo que sea el partido demanda que estemos un poco más juntos y nos interesa cederle la posesión del balón al contrario para salir a la contra, no renunciaremos a ello. Cuantas más facetas controlemos, mejor.

¿Qué presentimientos tiene?

Puede ser una temporada interesante. No tenemos el cartel de otros equipos, en cuanto a refuerzos y a obligaciones, aunque sabemos que el Tenerife es un club que exige muchísimo. Creo que el papel de no ser tan importantes y eso de que nadie cuente con nosotros puede ser positivo, pero sin mirar para nada hacia arriba y sabiendo que nuestro objetivo es ganar el primer partido y seguir así domingo a domingo. Será bueno ir un poco de tapados.

¿Nota el ambiente más limpio? Por ejemplo, el verano anterior arrastraron las siete derrotas finales de la Liga 2013/2014. ¿Considera que esta vez parten de cero de verdad?

Sí, creo que en ese sentido tenemos algo ganado, porque esas siete derrotas nos pesaron un poco y el ambiente con Álvaro Cervera no fue nada justo y estaba un poco viciado. Por suerte, ahora no estamos viviendo ese clima. Sí se nota un poco de ansiedad por parte de la gente porque no han llegado más fichajes y la afición quiere nombres, más que jugadores. Pero sí estamos más tranquilos. Además, el partido con el Sporting nos vino fenomenal, porque el equipo dio una gran imagen ante un rival de Primera División y lo hizo con muchos chicos de la cantera, que es lo que se ha venido pidiendo en el entorno del club desde hace tiempo.

Respecto a los fichajes, de momento son pocos, solo dos, pero no sé si tiene la sensación de que el club está intentando no cometer el error del verano pasado en cuanto a la elección y el número.

Es lo lógico y lo adecuado. El club está haciendo lo que debe, que es tratar de acertar en los fichajes y no traer a muchos, sino incorporar gente de calidad que marque diferencias y aporte cosas importantes. En eso estamos. También está siendo un mercado un poco diferente a otros por el cambio de fecha del inicio de la Liga, el tema del Elche... Pero el Tenerife hará un esfuerzo en determinadas posiciones y confiamos plenamente en lo que están haciendo.

Entonces, están tranquilos por el perfil que se está escogiendo.

Sí. El director deportivo y el cuerpo técnico tienen muy claro el tipo de jugador que quieren y confiamos en ellos, porque manejan el mercado perfectamente. Hay que dejarles trabajar con tranquilidad. Seguro que aciertan.

En lo personal, ¿cómo se toma su tercer curso en el Tenerife?

Haré lo mío, lo que he hecho siempre, que es intentar aportar lo mejor que tengo y trabajar para que el grupo crezca. Ahora que llevo más tiempo aquí, procuro que los nuevos se adapten lo antes posible y ayudar a los más jóvenes.

¿Lo de ser capitán es un síntoma de que se ha afianzado en el club?

Tampoco es eso. Los compañeros te eligen para que los representes lo mejor posible. Ya tuve la suerte de ser capitán en otros clubes y creo que, más o menos, cumplí con mi cometido. Es seguir esa línea.

¿Cómo ve a los más jóvenes?

Creo que han dado con el entrenador ideal para aprender, porque Agné les enseña y les exige mucho. No les deja relajarse ni un momento. Están teniendo mucha suerte, y están respondiendo. Hay una generación de jóvenes con bastante potencial y el entrenador puede hacerlos crecer mucho.

¿Les da algún consejo?

Casi todos los días. Al final, los más veteranos intentamos ayudar. En ese aspecto también han dado con un grupo muy generoso. Están en un club perfecto para crecer y tienen muchas posibilidades de afianzarse y de ser importantes, pero con calma y sabiendo que todavía son jóvenes y tienen tiempo.