El CD Mensajero vuelve a competir en una categoría que abandonó hace 13 años y que recuperó el pasado mes de junio a la primera, como campeón del Grupo Canario de Tercera. El conjunto palmero vuelve a llevar el nombre de su Isla y de Canarias por los campos peninsulares, estrenando, además, algunos rivales, ya que en su anterior etapa jamás coincidió con los clubes del País Vasco ni con los representantes de Aragón.

El equipo rojinegro no es un cualquiera en la división. Estuvo 10 años en ella, una década mágica que lo llevo a ser el equipo canario con mayor presencia en Segunda División B, llegando a jugar, incluso, dos fases de ascenso, bajo la dirección de Pacuco Rosales y José Manuel Arévalo. Su descenso le hizo ser superado luego por los desaparecidos Universidad de Las Palmas y Playas de Jandía, con 12 temporadas en la categoría; e igualado por el también extinto Vecindario y el Lanzarote, con 10 campañas en la división. En la clasificación histórica de la Segunda División B, integrada por 362 equipos, el CD Mensajero es 91º, por delante de CD Tenerife o UD Las Palmas.

Y el CD Mensajero llega a la categoría con la intención de quedarse en ella. Para ello ha contratado un nuevo entrenador, experto en una división en la que ha vivido 358 partidos. El asturiano Roberto Aguirre, con pasado en el Langreo, Pájara, Lorca, Pontevedra y Zamora, sustituyó a Miguel Cid en la dirección de una plantilla que mantiene el bloque del ascenso y que se ha reforzado mirando el mercado canario, principalmente, fichando al portero Ione (grancanario del Quintanar del Rey), los defensas Moreno (tinerfeño del Birkirkara de Malta) y Darren (escocés del Constancia), los centrocampistas Álvaro Casas (santiagués del Celta B), Omar (grancanario del Fuenlabrada), Chus (Huesca, pero cedido por Las Palmas, club de su ciudad) y Miguel Morcuende (palmero del Tenisca), más el delantero Salvá (mallorquín del Binissalem)y los palmeros Juanjo, Mahy y Dylan