La cubana Denia Caballero, que hoy se proclamó campeona mundial de disco en el Estadio del Nido de Pájaro, aseguró que había urdido desde el principio darlo todo en su primer lanzamiento, el que le dio la victoria, y que tras él le entró hasta dolor de cabeza, por la distensión que sufrió mentalmente.

"Después de ese primer lanzamiento (69,28) me dio hasta migraña, tenía un dolor de cabeza horrible porque me bajó mucho la tensión", señaló a los periodistas poco después de hacerse con el oro.

Tras esa primera gran marca, que se confirmaría inalcanzable para el resto de las competidoras, la de Villa Clara reconoció que pensó en hacer algún nulo "para relajarse", aunque finalmente siguió concentrada en la final.

Caballero dedicó el triunfo a sus padres "y al cuerpo médico que tengo, que me ha ayudado tanto y es maravilloso", dijo.

"ÑAh, y a mi entrenador! Le adoro y todo se lo tengo que agradecer a él", afirmó la atleta cubana, quien también se acordó de Yarelys Barrios, su antecesora en la elite del disco de la isla.

"Justo es de ella que aprendí a hacer el primer lanzamiento muy bueno, es una gran atleta", rememoró, y añadió que su mentora también le enseñó a ser "fuerte y aguerrida".

Caballero, que empezó a lanzar disco "por casualidad" con 15 años, después de haber probado todo tipo de deportes, aseguró que encaró la final muy relajada.

"Demasiado aliviada, dormí mal el día de la clasificación pero después de ella ya me dio confianza y la verdad es que me pasé el día durmiendo", aseguró la cubana, radiante de felicidad tras dar el paseo de honor envuelta en la bandera de su país.

No le fue tan bien a su compañera de equipo Yaime Pérez, quien vio cómo el bronce se le esfumaba en el último suspiro, por culpa de un magnifico último lanzamiento de la croata Sandra Perkovic que la llevó al segundo lugar del podio y a la cubana le condenó al ingrato cuarto puesto.

"Mi compañera ha tenido un año muy bueno, es buen atleta, pero creo que andaba un poco más tensa ayer y entraba un poco más presionada hoy", reconoció Caballero, apenada por no haberla tenido de compañera de podio.

"Le dije que se relajara un poco, pero no todo el mundo asimila las cosas igual", declaró la flamante campeona, para la que el próximo reto es el oro olímpico en Río.