Hay partidos que parecen predestinados a convertirse en el final de un ciclo. La trayectoria deportiva se ha torcido tanto que ha generado desconfianza dentro y fuera. El resultado no es otra cosa que un equipo roto, a menudo muy profesional y trabajador hasta la muerte del proyecto. Pero incapaz de dar un giro radical a la situación. Entonces llega la derrota esperada, acompañada de una imagen alejada de los estándares de competitividad necesarios para seguir adelante y, como consecuencia, las medidas drásticas. El cambio. Casi siempre se toca la tecla del banquillo. La situación del CD Tenerife parece encaminada hacia este destino cruel con el entrenador, pero que abre un periodo de esperanza. De renovados ánimos. Se suelta lastre, se gana tiempo y se empieza de nuevo... con algunos partidos menos.

De los futbolistas blanquiazules que salten esta tarde al césped de Palamós depende el guion alternativo. Es posible. Basta con mejorar el juego, ser competitivos y ganar. Fácil de escribir. Difícil de transformar en realidad si se tienen como base los cuatro partidos anteriores. El técnico aragonés, para el que el encuentro de esta tarde es una final, tiene todavía algo que decir. Para empezar, habrá que saber si da un nuevo bandazo en su alineación o halla por fin la fórmula ganadora. Ausente Aitor Sanz, Alberto Jiménez pasa a ser la alternativa más probable para completar el centro del campo. En Soria esta opción no fue tenida en cuenta porque quedaría un "equipo plano" (Agné dixit). Esta vez, quizás por la endeblez de este Tenerife o por las características especiales de campo y rival, sí. Ante un Llagostera con la lección aprendida (mucho fútbol directo y aprovechamiento extremo del balón parado), cabe contrarrestar sus armas. En medio del potaje de este inicio de temporada acertar el resto será un milagro si atendemos a los antecedentes.

No está mucho mejor la escuadra de la Costa Brava, solo un puesto por encima de los insulares, y con necesidad de sumar en casa. Tiene una baja importante, la de su portero René Román. Tanto Rati como Moragón cuentan con posibilidades de ocupar la vacante. Y la gran duda es Ríos Reina, que, con problemas estomacales, se perdió la última sesión preparatoria. Imaz podría ser su sustituto.