El Tenerife logró en Palamós uno de esos resultados que refuerzan la confianza, no solo por el triunfo sino porque el equipo consiguió, al fin, dejar su portería a cero, algo que no pudo lograr en las cuatro jornadas de Liga anteriores y en la eliminatoria de Copa.

Hasta la visita al Llagostera, el conjunto de Raúl Agné había sido batido en trece ocasiones -dos veces en Butarque, en el torneo del KO- y con el gran peso de los seis tantos que encajó en el estreno en la competición, en Soria. Luego, recibió cuatro en los dos partidos que disputó en el Heliodoro, ante el Nástic (1-2) y el Oviedo (0-2), y uno más en El Alcoraz (1-1). En suma, el Tenerife sigue siendo, con once dianas en contra, el equipo más goleado de la categoría, a falta de los seis partidos programados para hoy.

El representativo no lograba acabar un encuentro oficial sin recoger el balón del fondo de su portería desde el triunfo por 2-0 ante el Betis de la campaña pasada, resultado que certificó su permanencia.