El trepidante partido del pasado domingo entre el equipo de Raúl Agné y el Osasuna dejó en el aire la preocupación del tinerfeñismo por el estado de Alexánder Mesa, Nano, jugador que fue trasladado del terreno de juego a una ambulancia, con rumbo al Hospital Universitario de Canarias, después de perder el conocimiento y sufrir convulsiones a raíz de un golpe en la cabeza con un futbolista rival.

Tras pasar la noche en el citado centro, siendo observado por los especialistas, fue dado de alta en la mañana de ayer. Las diferentes pruebas que le realizaron sirvieron para determinar un diagnóstico que, según indicó el jefe de los servicios médicos del club, Juan José Valencia, no es preocupante y no le impedirá al delantero volver a competir en un espacio breve de tiempo. De hecho, se espera que el canterano participe mañana con normalidad en los entrenamientos y esté disponible para jugar ante el Lugo, el sábado en el Anxo Carro.

El traumatismo cranoencefálico que puso fin a su intervención en el encuentro con el Osasuna desencadenó una pérdida de conocimiento y una crisis convulsiva tónico-clónica, informó Valencia, quien siguió contando que Nano no se llegó a recuperar del todo hasta que entró en la ambulancia. "En el Hospital Universitario le realizaron las pruebas pertinentes y todas fueron normales", añadió antes de anunciar que el atacante "se irá reincorporando progresivamente al trabajo sin mayores problemas". De momento, el jugador se pasó ayer por El Mundialito, pero solo para visitar a sus compañeros.

Valencia, que en su larga trayectoria en el Tenerife se enfrentó a situaciones similares -recordó episodios con Alexis Suárez y Pier Cherubino-, reconoció que en una situación como la que afectó a Nano "siempre se teme por algo más grave". Con el fin de evitarlo, puso en marcha el protocolo de urgencia. "Cuando pasan estas cosas es necesario tener libres las vías respiratorias para que no se produzca una parada, así que le aplicamos una cánula de Guedel y, como era difícil coger una vía, decidimos ponerle Valium rectal, que es el más rápido", expuso.

La del domingo no fue la única vez en la que el goleador blanquiazul se quedó sin conocimiento mientras intervenía en un partido. "Le ha ocurrido un par de veces, siempre tras un traumatismo", confirmó al referirse a un deportista que es "muy aprensivo" y que no soporta verse sangrar. "Hay personas que se desmayan cuando sangran y también pueden convulsionar, porque en ese momento tienen un poco de anoxia cerebral", dijo Valencia con el fin de aclarar el origen de la crisis que padeció Nano, que pudo deberse "a las dos cosas", al choque y a su aprensión. "Pero si hay un traumatismo y una convulsión, hay que pensar que fue debida al golpe", concluyó el galeno en una circunstancial rueda de prensa.