Dani Hernández comparte su visión del momento en el que está el Tenerife. El portero sostiene que el equipo avanza en la línea adecuada y está convencido de que a los blanquiazules solo les falta entrar en una "buena racha" de resultados para poder despegar.

El Tenerife sumó un punto en el partido con el Osasuna. Usted se llevó cuatro de sutura en la frente. ¿Le había pasado antes?

Fue la primera vez. Supongo que solo era una cuestión de tiempo. Al final, son cosas que te acaban pasando en esta profesión. Por suerte ya estoy bien y el equipo sacó un punto, que es lo que cuenta.

¿Le costó soportarlo?

La verdad es que tampoco sentí mucho dolor. Lo peor de todo fue el golpe y las molestias en la cabeza. Pero aguanté y me quedo con que el Tenerife consiguió rescatar un empate poniendo mucha casta.

¿Llegó a pensar en el cambio?

Al principio no podía ver bien, pero como quedaba poco tiempo para llegar al descanso, decidí aguantar y fue entonces cuando terminé de recuperarme del todo.

De hecho continuó y protagonizó otro momento crucial del encuentro: en el minuto 90 se enfrentó a un mano a mano con Nino con 1-2 en el marcador.

Veo que viene hacia la portería junto a otro compañero. Tenía claro que debía aguantar lo máximo posible para no decantarme hacia un lado y darle más ventaja. Y cuando se le escapó un poco el balón, lo aproveché para quedármelo.

A continuación, el gol de Germán y el empate. ¿Lo esperaba?

Como mínimo, habíamos merecido un punto. Estuvimos casi todo el tiempo por detrás en el marcador y siempre dimos la cara, incluso con uno y dos jugadores menos. En la segunda parte, prácticamente tuvimos encerrado en su área al Osasuna. Hay que continuar así.

¿Son empates que animan?

Tal como se produjo el punto, sí ayuda mucho, pero lo que queremos es sumar tres, seguir creciendo, mantener una buena línea y subir posiciones en la tabla.

¿Le parece que el público se enganchó un poco más al equipo gracias al partido con el Osasuna?

La afición se volcó con nosotros. Vio que nos estábamos dejando todo en el campo, que en cada balón íbamos a muerte y que queríamos atacar y hacer todo lo posible para obtener los puntos. Creo que la gente se quedó satisfecha.

Entonces, ¿considera que el juego va cuajando con el tiempo?

Sin ir muy lejos, el domingo llevamos el peso contra el líder. Hasta ellos dieron por bueno el punto. Sabemos que necesitamos trabajar mucho y sufrir, pero eso ya lo tenemos de fábrica. Solo nos falta una racha para despegar.

¿Presiente que esa racha a la que se refiere está cercana?

De los últimos seis partidos, perdimos uno, en Zaragoza, y fue de aquella manera. Por tanto, el equipo está en una buena línea y pienso que tenemos que seguir así, centrándonos en lo que podemos controlar: el trabajo diario, llegar físicamente bien a los partidos y, luego, dejarlo todo en el campo.

¿Cómo se construye esa racha?

Todo lo que sea sumar es bueno, pero queremos vencer y tener ese puntito de suerte que nos permita ganar. Con el trabajo que estamos haciendo y la confianza que vamos cogiendo, creemos que el camino es el correcto.

¿El Tenerife sería muy diferente en un situación más holgada?

Para empezar, las cosas se verían de otra manera. Pero no me gusta pensar en suposiciones, sino trabajar y aceptar la realidad que tenemos y tratar de mejorar.

Esa realidad dice que avanzan con un promedio de un punto por jornada. No será suficiente.

Es lo que hay. Queremos tener una buena temporada y creo que estamos trabajando bien. La línea es óptima. Veo que el equipo mejora cada día y estoy convencido de que entraremos en una buena racha y saldremos de la posición de la tabla en la que estamos ahora.

¿Qué le hace ser optimista?

El trabajo diario. El grupo está muy implicado. La muestra está en cómo levantamos el partido ante el Osasuna o en el empate que logramos en Almería. El equipo se deja el alma hasta el final y eso es muy importante. Habrá días en los que estaremos más o menos acertados con el balón, pero tenemos una seña de identidad, que es dejarnos la piel hasta el último momento.

¿Esa es la principal virtud?

Se nos está metiendo en el ADN. El Tenerife se está convirtiendo en un equipo luchador, un grupo que se rebela cuando las cosas le vienen mal. Ojalá no tuviésemos que levantarnos tanto, porque eso significaría que las cosas nos van mejor en cuanto a resultados, pero lo que cuenta es que en la plantilla hay carácter, ambición y ganas de crecer y de ganar.

¿Será otra Liga de sufrimiento?

Todo está muy igualado. Hasta hace nada, el Zaragoza estaba en los puestos bajos y, tras un mes bastante bueno, ya está arriba. Y no es el único equipo al que le ha pasado algo así. Pero también sucede al contrario: abajo están el Valladolid, el Almería y otros a los que nadie esperaba ver ahí en el inicio de la Liga. Nosotros tenemos que centrarnos en lo nuestro, en el trabajo y en crecer.

¿Están molestos por los arbitrajes de las dos últimas jornadas?

Uno no se puede centrar en cosas que no controla. Los árbitros tratan de hacerlo lo mejor posible. Luego sucede que hay rachas en las que te pitan más cosas a favor o en contra, pero es mejor dejar estas cuestiones a un lado.