La compra del Real Club Deportivo Espanyol por la firma china Rastar Group escribe un nuevo capítulo en la creciente presencia de la segunda economía mundial en la Liga española, a los ojos del empresariado chino uno de los sectores económicos más rentables y atractivos de España.

Rastar Group, una firma de la provincia meridional china de Cantón dedicada sobre todo a vender automóviles de juguete, ha comprado el 45,1 por ciento del club barcelonés y aspira a ampliar su participación al 56 por cien en los próximos meses, por un precio de unos 45 millones de euros, según confirmó la propia empresa.

La cifra, casualidades de la vida, es la misma que a principios de año manejó la primera gran entrada accionarial de China en el fútbol español, cuando el gigante inmobiliario y de entretenimiento Wanda, del magnate Wang Jianlin (el dueño del Edificio España madrileño) se hizo con un 20 por ciento del Atlético de Madrid.

Estas dos operaciones son las más destacadas de firmas chinas en el fútbol español, pero no las únicas, y llama la atención que los movimientos del capital chino en la "Liga de las Estrellas" se hayan multiplicado en 2015, un año clave para el desarrollo del balompié en el país asiático.

En febrero de este año, el Gobierno chino anunció un ambicioso plan para el desarrollo del fútbol en el país que implica desde mejorar el fútbol base introduciendo el deporte como asignatura en las escuelas a aumentar el dinero público y privado que mueve esta actividad, y al hilo de esto van llegando estos grandes acuerdos.

El pasado septiembre, por ejemplo, la marca china de móviles OPPO se convirtió en patrocinadora del Fútbol Club Barcelona, lo que implica publicidad en las bandas del Camp Nou para una firma aún desconocida en España pero muy popular en su país.

Más llamativa es la publicidad de firmas chinas en las camisetas de los clubes españoles, una tendencia que ya empezó en pasadas temporadas y que este año continúa en las mangas del Atlético de Madrid (que promociona los móviles chinos Huawei) o en el pecho de las sudaderas del Rayo Vallecano y la Real Sociedad.

Ambos clubes promocionan una misma marca china, la firma informática Qbao.com, con la peculiaridad de que en sus camisetas muestran incluso caracteres en mandarín, comprensibles sólo para los espectadores chinos.

Este patrocinio obligó por contrato a los dos clubes a jugar un amistoso de pretemporada en la ciudad oriental china de Nankín, y no sólo eso, sino que al Rayo le impuso el fichaje de un jugador chino, Zhang Chengdong, algo que en un principio no gustó al entrenador Paco Jémez.

A la Real Sociedad por el momento no parece que Qbao le haya obligado por contrato fichar jugadores, pero la firma, con contrato de patrocinio con los vascos hasta 2020, sí que participará en la futura renovación del estadio de Anoeta.

Por otro lado, en un contexto de problemas económicos en muchos equipos modestos de la liga española, es comprensible que algunos acudan a una economía prometedora como la de China para buscar financiación salvadora, y en este sentido un caso paradigmático es el del Getafe.

El equipo madrileño vio en mitad de la pasada temporada cómo su entrenador, el rumano Cosmin Contra, era fichado por el Guangzhou R&F, un club en el que, por cierto, sólo duró hasta mitad de liga, debido a sus malos resultados.

El mismo equipo arrebató al conjunto azulón al centrocampista Míchel Herrero, mientras que el croata Jorge Sammir, uno de los más destacados del Getafe de principios de la pasada temporada, se fue a otro equipo chino, el Jiangsu Sainty, dejando a los madrileños con la plantilla mermada pero con las cuentas saneadas.

Con esta creciente interdependencia entre empresas chinas y clubes españoles, no es de extrañar una situación como la del pasado verano, en la que tanto Real Madrid como Atlético, Valencia (presidido actualmente por un magnate singapurense de origen chino, Peter Lim) y los citados Rayo y Real Sociedad hicieron giras en China y disputaron amistosos.

En su gira el Real Madrid, un equipo que ya ha abierto escuelas de fútbol en China, puso en marcha la primera tienda virtual de un equipo español en el gigante del comercio electrónico chino Alibaba, y además fichó para sus divisiones juveniles a un chino, Lin Liangming, que está mostrando buenas maneras con los blancos.

Por otro lado, la Liga española ha trasladado algunos de sus partidos a polémicos horarios matinales para tratar de atraer a los millones de telespectadores chinos y del resto de Asia, siguiendo la iniciativa de la Premier League inglesa y la Bundesliga alemana.