Decisión aplazada. Así quedó ayer el futuro de Raúl Agné, que sigue siendo el entrenador del Tenerife más por el temor a dar un paso adelante que por la confianza que tienen en el club sobre su capacidad para sacar al equipo de la crisis de resultados por la que atraviesa. Después de guardar silencio durante casi 48 horas, Miguel Concepción intervino ayer para preguntar a sus hombres de confianza en la entidad sobre la conveniencia de tomar una decisión sobre el banquillo blanquiazul. Las conversaciones se desarrollaron después de mediodía y el dirigente palmero manifestó sus dudas sobre el técnico aragonés, en el que parece haber perdido la fe después de la cuarta jornada de Liga.

Entonces se dio un ultimátum a Agné, que resolvió la situación ganando en Palamós a la UE Llagostera por cero a dos. Sus jugadores dieron un paso al frente y el propio entrenador halló un plan acertado para lograr la primera victoria del curso. Se paró entonces su salida, pero varios componentes del consejo de administración habían pedido a Concepción que cambiara días antes de ese resultado positivo. Desde entonces, se ha analizado con lupa cada actuación del equipo. Pero es cierto que la posterior victoria ante el Mirandés y la buena imagen ofrecida en Almería "pacificaron" el debate.

Un mes de octubre negro ha vuelto a disparar las dudas. El Tenerife no gana desde hace cinco jornadas (Almería, Leganés, Zaragoza, Osasuna y Lugo), en las que ha logrado 3 puntos de 15. En la clasificación, sus únicas dos victorias en 11 jornadas no le permiten estar fuera de los puestos de descenso a Segunda División B y la distancia con la salvación o el "play off" aumenta de forma preocupante.

Aún así, desde la entidad blanquiazul se entiende que hay tiempo suficiente para darle la vuelta a la situación. La duda estriba en saber si Agné es capaz de ofrecer ese nuevo impulso o su discurso está ya agotado.

En el día de ayer, hubo consultas entre las altas esferas y hasta con algunos componentes de la plantilla. Concepción dejó la decisión en manos de Serrano y este se reunió con la comisión deportiva para palpar los apoyos del técnico en el seno de un club que necesita vivir tiempos menos revueltos a la espera del periodo electoral.

En las conversaciones ya empezaron a surgir nombres de posibles sustitutos. Aunque no se quiere vincular la hipotética salida de Agné al acuerdo para la llegada de su relevo, sí es cierto que no se quiere repetir el escenario posterior a la salida de Álvaro Cervera, en el que varios técnicos rechazaron la propuesta blanquiazul hasta que llegó el sí del preparador de Mequinenza.

Por el camino, las premuras de tiempo. Al no debatir de forma urgente el asunto desde el pasado sábado, el club se encontró con la necesidad de tomar una determinación ayer antes del regreso a los entrenamientos previsto para esta mañana. Tampoco resultaba deseable que un entrenador que iba a ser destituido se presentara ante sus jugadores y recibiera después la mala noticia.

Finalmente, las dudas tomaron la decisión por Serrano. O más bien, evitaron la decisión del secretario técnico. Agné tendrá una reválida ante el Alavés, pero ya sin la confianza de Concepción y con su principal valedor no tan convencido de la conveniencia de su continuidad en el cargo. Será en un escenario diabólico: el técnico no se sentará en el banquillo por sanción. ¿Hacia dónde irán dirigidos los silbidos si la cosa va mal?

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Salvó al equipo del descenso. El técnico llegó en febrero con el Tenerife en puestos de descenso a Segunda B y un ambiente irrespirable. Aunque el tramo final de la competición no fue bueno, logró salvar la categoría y se ganó la renovación.

Solo 11 jornadas. Igual es pronto para tomar una decisión drástica. El equipo está en el puesto 19, pero a solo tres puntos de la salvación y a seis del "play off".

La plantilla dice estar con el entrenador. Las manifestaciones públicas de los jugadores no deberían dejar lugar a las dudas. "Estamos a muerte con el míster", dijo Aitor Sanz en Lugo. Otra cosa es lo que digan en privado.

La ausencia de "Choco" Lozano. El delantero hondureño se perdió tres partidos (dos por los compromisos con su selección y uno por lesión) y sigue sin estar al cien por cien. Su concurso resultó importante antes de ese contratiempo.

La lesión de Cristian. Como hombre de confianza del técnico, la ausencia de Cristian García le obligó a trastocar sus planes. Alberto tuvo que pasar al centro del campo y Germán entró en el centro de la zaga. En Lugo tuvo que poner al catalán como lateral y el equipo perdió solidez en el medio.

Actuaciones arbitrales. En Zaragoza resultó muy perjudicado el Tenerife con dos penaltis que no fueron y supusieron los goles del equipo local. Una semana más tarde, tampoco estuvo atinado el "trencilla" del duelo contra el Osasuna.

El conservadurismo de Concepción. El presidente suele agotar el crédito de sus entrenadores hasta que el final resulta muy evidente.

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Solo 7 victorias en 30 partidos. Cumplida la treintena de choques al frente del Tenerife, el técnico solo ha logrado 7 triunfos. En la presente campaña son 2 de 11.

Empeora los números de las dos temporadas anteriores. Con 11 y 13 puntos en las temporadas 13-14 y 14-15, el Tenerife de los dos años anteriores tenía mejores resultados que el actual. Es el segundo equipo más goleado de Segunda (19).

Sin identidad de juego. Solo repitió once en una ocasión y ha jugado con 2 pivotes o 3, con defensa de 4 o de 5, con 3 delanteros o con 2... Y en una semana pasó de 7 jugadores de perfil defensivo (ante Osasuna) a 4 ofensivos (Lugo). En el club, sus detractores entienden que el equipo carece de una identidad definida.

Demasiada confianza en unos, poca en otros. Mientras Germán, una apuesta personal de Agné, sigue contando pese a sus errores, otros como el prometedor Jorge llevan 7 jornadas en blanco. Ricardo y Abel también han "desaparecido".

Tomás Martínez. Una de las apuestas más ilusionantes del mercado de fichajes sigue sin entrar en el equipo. Agné no ha conseguido encajar al joven mediapunta y le ha costado apostar por Cristo González, que llegó a estar seis partidos sin jugar.

Deslices en sala de prensa. Su actitud ante los medios ha tenido altibajos, llegando a hablar de "críticas interesadas". El club le dio un tirón de orejas cuando criticó a River Plate y a la Federación hondureña.

La afición y el palco. En el club se teme que el sábado la afición se gire hacia el palco si Agné sigue en su cargo. Parece haber perdido el apoyo mayoritario.