Pedro Martín Moreno (Málaga, 16-1-1992) tuvo que esperar al minuto 874 de su incipiente trayectoria en el Tenerife (Copa incluida) para anotar su primer gol como futbolista blanquiazul. Lo intentó sin descanso y también sin suerte, hasta que en el encuentro con el Alavés supo aprovechar un genial pase de Cristo para encarrilar una victoria que podría marcar un antes y un después esta temporada.

¿Qué ambiente se percibe en el vestuario un día después del primer triunfo con Martí?

La verdad es que se nota mucha alegría en el grupo. Estamos muy contentos por haber iniciado tan bien esta nueva etapa. Es bueno ver felices a los compañeros.

¿Qué cambió para que se diera ese desenlace? ¿Solo la suerte?

No lo sé. Pienso que hubo un compromiso en el grupo que hacía un tiempo que no teníamos.

¿Por qué cree que falló el compromiso otras veces?

No sabría qué contestar. Pero sí puedo decir que el partido contra el Alavés era clave para nosotros. Sabíamos que teníamos que sacarlo adelante sí o sí; no nos quedaba otra. Todos nos mentalizamos mucho, como tiene que ser.

¿Eso quiere decir que con Agné no iban a llegar muy lejos?

Tampoco es eso. Simplemente creo que este fin de semana coincidieron varias circunstancias y, además, nos salió un buen partido.

¿Se notó en algo la mano de Martí tras solo dos entrenamientos?

Sí, claro. Desde el primer momento, el nuevo entrenador nos transmitió toda la confianza del mundo. Por ejemplo, nos dijo el primer día que éramos capaces de hacer las cosas mejor que hasta el momento y nos lo creímos.

¿Qué perspectivas se abren ahora para los futbolistas?

Lo cierto es que todavía queda mucha Liga por delante, más de dos tercios. De todas formas, soy de los que piensan que es mejor mirar la clasificación cuando queden unas diez jornadas para el final de la Liga antes que hacerlo tan pronto, porque más adelante sí será más lógico marcar un objetivo claro, dependiendo del lugar en el que te encuentres en ese momento. Pero, insisto, todavía queda mucho tiempo para poder tirar para arriba en la tabla.

¿Qué impresión le causó Martí?

Me parece que es un entrenador que ha llegado al Tenerife con toda la ilusión del mundo. Se nota que lleva toda su vida jugando al fútbol y que sabe muy bien de qué va esto. Con su experiencia y sus enseñanzas, aprenderemos y nos irá bien.

Después de tantos intentos, al fin se estrenó como goleador del Tenerife. ¿Cómo describiría ese momento?

La verdad es que, cuando me dispuse a lanzar a puerta, me sentí muy seguro. Me perfilé bien y no dudé ni un momento en que el balón iba a entrar en la portería del Alavés. La verdad es que cuando vi que cruzaba la línea, estallé de alegría. Más que nada, tenía muchas ganas de marcar un gol con la camiseta del Tenerife y, además, de hacerlo en un "campazo" como el Heliodoro Rodríguez López, delante de nuestra afición.

¿A quién se lo dedicó? ¿En quién pensó?

A la afición, sobre todo. De hecho, se pudo ver que me fui derecho a la gente, a la grada, para vivirlo y celebrarlo con el público. Espero que, a partir de ahora, vengan más goles y que, sobre todo, el equipo siga ganando partidos y avancemos en la tabla clasificatoria.

Los delanteros dicen que de una racha se pasa a otra. ¿Qué intuye?

Es verdad. Eso se dice en el mundo del fútbol. Pero, ante todo, me centro en que el equipo gane, que es lo más importante y lo que más me enorgullece. A partir de ahí, en la parte individual, cuantos más goles meta en una temporada, mucho mejor. Eso está claro.

Le costó marcar el primero. ¿Lo pasó muy mal en la espera?

No es que lo pasara tan mal, pero sí reconozco que hubo algún momento en el que quizás se me vio un poco más cabizbajo que de costumbre. Pero he aprendido algo de esta experiencia y estoy convencido de que no me va a volver a pasar algo igual, ocurra lo que ocurra, entre el balón o no en la portería. En cualquier caso seré siempre el mismo futbolista; el que, aunque falle cuatro ocasiones, intentará marcar en la quinta.

¿Fue una casualidad que llegara el primero en este momento?

Supongo que sí. La lectura que hago es que trabajé lo mejor que pude durante el partido y que tuve la suerte de contar con un par de ocasiones y de que entrara una.

Pero, ¿ un cambio de entrenador repercute también en el estado de ánimo de un jugador, en la confianza que pueda tener?

Puede ser. O no. Lo del gol al Alavés es una casualidad, pero no el compromiso que hubo el sábado. Y me refiero al trabajo y al partido que hicimos el pasado sábado. Todo surgió desde la unión interna que tenemos los técnicos y los jugadores. Sacamos este compromiso adelante y luego, lo individual, que es lo mío, mi gol, se produjo gracias al esfuerzo y al funcionamiento del conjunto.

Con todo esto, ¿se siente querido y respetado por la afición?

Sí. No puedo decir otra cosa. Estoy muy contento en el Tenerife y con todo lo que conlleva, la afición, los que dirigen al club, los compañeros... Con todo. Realmente me siento muy bien aquí. Pero también es cierto que la afición del Tenerife es exigente, y no es que eso sea algo malo. Al contrario: te obliga a no relajarte y a tirar siempre adelante. No te queda otra, no puedes mirar atrás. Eso es bueno.