Un CAI Zaragoza bajo la lupa, tanto de su junta directiva como de sus aficionados, está obligado a mostrar una reacción en el enfrentamiento que mañana mantendrá contra el Herbalife Gran Canaria en terreno insular.

Las derrotas que se le acumulan en la Liga Endesa, donde solo ha sido capaz de ganar un partido de seis disputados, pero sobre todo las malas sensaciones que transmite en forma de falta de concentración y de esfuerzo en muchos momentos, han puesto en el disparadero a todo el equipo.

Las declaraciones de ayer del presidente del CAI Zaragoza, Reynaldo Benito, pidiendo una reacción y advirtiendo de la toma de medidas en caso de que no se vea un cambio en los próximos encuentros, hablan claro sobre la preocupación que existe en el seno del equipo por parte de sus dirigentes.

Benito no habló de ultimátum para nadie pero es evidente que si la dinámica y las formas sobre el parqué no cambian podría haber cambios, aunque en este caso no solo estaría en el punto de mira el entrenador, Joaquín Ruiz Lorente, sino también algún jugador.

Ya al final de la pasada temporada el técnico zaragozano vivió una situación similar por la falta de compromiso que se apreciaba en algunos jugadores y la amenaza de no contar con quien no estuviera implicado surtió efecto, aunque finalmente no se consiguió el objetivo de meterse entre los ocho primeros de la liga regular porque la diferencia particular con su rival de mañana le dejó fuera a igualdad de triunfos.

En varios partidos de la presente temporada la falta de tensión ha quedado patente y ha llevado a perder encuentros de manera lamentable, no tanto por la derrota sino por la actitud, algo que tras haber sido avisada la plantilla la pasada semana, se volvió a repetir en el choque de Eurocopa del pasado miércoles en Charleroi y que ha sido el detonante que ha encendido todas las alarmas.

Por ello, el partido contra el conjunto insular supone "la prueba del algodón" para un equipo llamado a empresas mayores que intentar salir de la zona baja en la que se encuentra actualmente.

El problema para la plantilla caista es que está en el punto de mira en un tramo muy complicado de la temporada pues va a tener que enfrentarse de manera consecutiva al conjunto canario mañana (sexto en la clasificación y que no ha perdido en casa), el martes al Valencia en la Eurocopa (segundo en la competición española e invicto) y el domingo de la próxima semana al Laboral Kutxa (cuarto).

En el encuentro de mañana se producirá la nota emotiva del regreso a la pista grancanaria del que fuera su base durante las últimas seis temporadas, Tomás Bellas, ahora enrolado en las filas del CAI Zaragoza.

El partido, correspondiente a la séptima jornada de la Liga Endesa, se jugará mañana, a partir de las 13.00 horas (hora peninsular) en el Gran Canaria Arena de Las Palmas de Gran Canaria con arbitraje de los colegiados Hierrezuelo, Araña y Rial.