La atleta palentina Marta Domínguez, sancionada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por violar la normativa antidopaje, está citada mañana, miércoles, por el Juzgado numero 7 de Palencia, donde presentó una demanda de protección del derecho al honor para que no se utilizaran sus datos hematológicos.

La vista oral se celebrará mañana y Marta Domínguez está citada a las 12 del mediodía, según ha confirmado la representación legal del exatleta.

Marta Domínguez presentó en el Juzgado una demanda de protección de derechos fundamentales contra la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) y la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), y solicitó medidas cautelares para que no pudieran usarse los datos hematológicos de su pasaporte biológico.

Con esta demanda la atleta denunciaba a ambas federaciones por vulnerar su privacidad al hacerse públicos, sin su autorización, los datos hematológicos de su pasaporte biológico, y trataba de paralizar el expediente que finalmente llegó al Tribunal de Arbitraje Deportivo.

En septiembre de 2014, el juzgado se pronunció a favor de la atleta y prohibió a la IAAF utilizar los datos hematológicos obtenidos en los análisis de sangre de la atleta hasta que se resolviera el proceso de protección de datos promovido por ella.

El mismo auto prohibía usar también los datos de los informes periciales que se hubieran basado en dichos datos del pasaporte biológico de Marta Domínguez.

Unas cautelares que no han impedido que el TAS suspendiera a Marta Domínguez durante tres años, al considerarla culpable de una violación de la normativa antidopaje por "anomalías en su pasaporte biológico".

La vista en el juzgado palentino se produce pocos días después de que el TAS la condenara y anulara todos los resultados obtenidos por Marta Domínguez desde el 5 de agosto de 2009 hasta el 8 de julio de 2013, por lo que ha perdido el oro mundial de 3.000 metros obstáculos que logró en agosto de 2009 en Berlín, y la plata en la misma prueba en los Europeos de Barcelona conquistada en julio de 2010.

A pesar de ello, la palentina sigue adelante con su demanda, en la que no cuestiona el pasaporte biológico, sino el uso de datos sin autorización, lo que atentaría contra su honor.